Ángel Maturino Resendiz, conocido como ‘El Asesino del Ferrocarril’, fue uno de los criminales más temidos y buscados en Estados Unidos entre 1986 y 1999. Originario de Izúcar de Matamoros, Puebla, Resendiz dejó su hogar a los 14 años en busca de una mejor vida en el país vecino, tras sufrir abusos en su hogar y en la escuela. Sin embargo, lo que parecía ser el inicio de una nueva vida se transformó en una pesadilla para los residentes de al menos seis estados de EU, quienes vivían aterrados por los crímenes de Resendiz.
Entre los años de 1986 y 1999, Ángel Maturino Resendiz asesinó a 15 personas en estados como Texas, Illinois, Florida, Kentucky, California y Georgia. Su modus operandi, por el que se ganó el apodo de ‘El Asesino del Ferrocarril’, consistía en viajar a través del sistema ferroviario y atacar a sus víctimas en las cercanías de las vías del tren, lo que le permitía desplazarse rápidamente de un lugar a otro.
Resendiz utilizaba armas blancas como cuchillos de cocina y objetos contundentes, como estatuillas de bronce, para asesinar a sus víctimas. Uno de los casos más macabros fue el asesinato de la doctora Benton, quien fue apuñalada y golpeada brutalmente antes de ser violada. Este crimen ocurrió una semana antes de Navidad en 1998. Las autoridades lograron vincular a Resendiz con otros homicidios, como los de Josephine Konvicka, Karen Sirnic, George Morber y Carolyn Frederick.
A pesar de la crueldad de sus crímenes, Resendiz se mantenía eludiendo a la policía durante años, hasta que finalmente fue capturado en 1999. Fue sentenciado a muerte por los asesinatos cometidos, siendo uno de los criminales más infames de la historia reciente de Estados Unidos.