Charles Howard Mcllwain un ícono indispensable del derecho dijo: “la única institución esencial para defender el derecho siempre ha sido y todavía es un poder judicial honesto, hábil, preparado e independiente.”
En el San Luis Potosí del Carrerato, aparentes aires de renovación apuntaron al edificio enmarcado por la colosal vigía de Benito Juárez, un joven insignia del cambio generacional y de miras en el manejo del hasta ahora oscuro tercer poder se asomaba; es Juan Paulo Almazán Cué, quien el pasado enero fue ratificado por un tercer año consecutivo como Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, periodo para el que ejercerá 1, 234 millones de pesos.
¿Qué hay más allá de su revitalizada fachada? ¿De su presencia y personalidad pública? ¿De sus devaneos en eventos institucionales en los que se pavonea como uno de los favoritos de la clase política imperante?
Un grupo de jueces y una magistrada emitieron una carta al Gobernador Carreras donde piden audiencia para exhibir un supuesto manejo de Almazán Cue dictando línea para emitir sentencias.
Este grupo integrado por Adriana Monter Guerrero, Julián Ruiz Contreras, Emilio Agustín Ortiz Monroy, Javier Pérez Contreras y Juan Fernando Salazar Hernández acusan diversos presuntos abusos y afectaciones de la cabeza de este importantísimo órgano de poder y justicia en el estado.
En su descargo el propio Almazán Cué respondió directamente a los cuestionamientos realizados por el diputado panista Ricardo Villareal Loo sobre la misma ruta en donde esquivaba los temas directos para argüir que “hay gente incómoda con procesos abiertos en el Consejo de la Judicatura, porque la ciudadanía ha pedido que seamos transparentes y evitemos a toda costa situaciones de corrupción”.
A pesar de su retórica casi LopezObradorista, en la que no importa que pase si el fondo es el “combate a la corrupción”, Almazán Cué evidencia su novata ambición política, porque aun cuando es el primer personaje que encabeza este poder que aparentemente ataca frontalmente el gravísimo problema de los tenebrosos manejos del mismo, también es el primero que sube su perfil de tal forma que se convierte en parte activa de la baraja de nombres que suspiran por una candidatura potencial en el proceso electoral inminente del 2021.
¿Qué debemos creer de un personaje que aborda temas de una forma disruptiva pero muy poco contundente?
¿Tiene verdaderamente equipo y capacidades para encabezar un profundo movimiento de cambio estructural en un poder definitivo y que se ha manejado históricamente desde las sombras?
¿Es el puntal de una purga definitiva a el manoseo que sucedió desde la dupla Horacio Sánchez-Jaime Suárez y Fernando Toranzo- Cándido Ochoa?
¿Puede difundir y puntualizar con asertividad y contundencia el porqué de cada decisión que aparentemente hoy lo tienen en capilla?
¿Es válido el “chapulineo” desde el poder judicial hasta otra instancia?
¿Qué pruebas definitivas puede exhibir de que su “cruzada por la transparencia y el combate a la corrupción” en el poder judicial ha sido realmente efectiva?
¿Dónde esta el mapa de riesgos de la corrupción en el guardián del derecho?
¿Cómo está haciendo realmente la diferencia para instaurar una nueva etapa en la cultura de la legalidad?
La pasarela mediática y de eventos múltiples como representante de una institución como a la que pertenece no es mala per sé, la ausencia de respuestas obligadas sí. El tiempo corre y si Almazán Cué no lo entiende, puede llegar “fuera de término”.
Recadero.
La nueva conformación política partidista estatal del partido Verde y su inminente palidez pajiza se asoma como una sacudida brutal al tablero rumbo al 2021. Lo que hoy parece ser, puede no serlo tanto para los que ocupan la tribuna legislativa local y para los que realmente tienen los hilos. Al tiempo…
Federico Garza, Fiscal estatal tiene muchos más méritos para ocupar su cargo que solo ser amigo del Gobernador Carreras, pero uno que no tiene es el de la dureza de piel para aceptar y entender el desgaste público de su posición. Estemos de acuerdo o no en las formas, ser Fiscal es un privilegio, pero también una responsabilidad máxima en el tema más complejo y sensible en las mayorías es una posición también política en la que debería entender también que su papel “despresuriza” a quien lo impulso, sea su amigo o no. Agregar pinole a su dieta diaria, le daría mejores resultados…
Sobre el durísimo Caso Cayeyo Jr. al que ya le dictaron sentencia de más de 32 años de cárcel, hay un solo apunte. Difundieron una carta en medios firmada por su padre Eduardo Hernández De los Santos donde cuestionaba al Fiscal y al Presidente del Supremo Tribunal de Justicia sobre presunta actuación “tendenciosa” en el caso. Craso error de sus defensores y asesores, al evidenciar en primera persona su “antigua” relación con Garza, ya que esto lo valida en la pertinencia en su actuación sobre el caso, en el que fue testigo de cargo. La muerte de Eugenio Castañón, como la de cualquier ciudadano no vale mil años de cárcel, mucho menos el costo de un desplegado.
Ya corre la respuesta en redes sociales de los allegados a Eugenio ante este inesperado hecho…