Un negocio deberá pagar poco más de 60 mil pesos a un hombre, como indemnización tras haber sido despedido de sus labores.
El sujeto promovió una demanda ante el tribunal francés, para que la empresa le pague tras haberlo despedido, por no participar en las dinámicas de integración de dicho comercio.
El varón alegó que las reuniones eran más que un convivio, con alcohol en exceso y prácticas que fomentaban la promiscuidad: él simplemente no quería participar.
“La cultura Fun & Pro prevaleciente en la empresa se caracterizó por prácticas humillantes e intrusivas en la vida privada”, indicó la resolución; las mismas involucraron actos sexuales fingidos, la obligación de compartir cama con otros trabajadores, uso de apodos y publicación de fotos.
La justicia le dio la razón al hombre del que se preservó su identidad y quien presentó la demanda que hasta ahora tuvo resolución, pues se consideró que el despido fue injustificado.
Lo anterior, porque se encontró que ningún trabajador debe ser despedido por negarse a hechos que atenten contra su integridad o que promuevan el acoso laboral.
Vox Populi
