Las ventas de relojes tradicionales en Estados Unidos han vivido su mayor caída de los últimos siete años. El motivo, según los expertos del sector, es el reloj inteligente que Apple comenzó a vender en abril, que empieza a comerse parte del mercado.
El comercio al por menor de relojes registró ventas por valor de 375 millones de dólares (342 millones de euros) el pasado mes de junio, un 11% menos que en junio de 2014, según la consultora NPD Group. En unidades (no por valor), la reducción fue del 14%, la mayor desde 2008, según Fred Levin, responsable de la división de lujo de esta firma de investigación de mercado.
La negativa de Apple a revelar cuántos relojes inteligentes ha vendido lleva a los analistas a recurrir a todo tipo de pistas para averiguar si el producto está teniendo éxito. “El Apple Watch está experimentando ahora una penetración significativa”, defiende Levin.
Apple lanzó tres modelos de su reloj inteligente en abril, con precios de entre 349 y 17.000 dólares. El 22 de junio, la empresa dijo que los ingresos de la división a la que pertenece el dispositivo aumentaron en 950 millones de dólares. Eso indicaría que la compañía puede haber vendido como mínimo 1,9 millones de relojes, tomando un precio de referencia de 499 dólares. NPD calcula que la industria de los relojes tradicionales vendió 927.500 unidades en junio en los EE UU.
Los relojes que cuestan menos de 1.000 dólares son los que, según la consultora NPD, más van a sufrir por la competencia del Apple Watch, ya que es la banda de precios en la que los consumidores parecen más proclives a comprar el nuevo aparato de la industria de la manzana. Las ventas de relojes de entre 50 dólraes y 999 dólares sufrió una reducción de ventas en junio, llegando al 24% en el caso de la horquilla de entre 100 y 150 dólares.
Fabricantes como Swatch Group AG, responsable también de Omega, han sostenido que la entrada de Apple no le sparece una amenaza, ya que estimulará las ventas de relojes tradicionales a largo plazo, al conseguir que crezca entre los jóvenes el hábito de usar reloj.
Fuente: El País.
