Aprende a beber y evita el ridículo

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El mundo del vino abarca muchos aspectos, uno de ellos es el código de etiqueta, el cual se divide en consumo y servicio. Y es que es tan importante es saber pedirlo, beberlo y conocer el proceso que debe seguir un sommelier, un capitán o un mesero para servirlo.

Para comenzar, Ana Lilia Ruiz, experta en Etiqueta de Vino, afirma que “el comensal debe ordenar el vino desde el momento en el que pide sus alimentos para dar tiempo a que se atempere o se decante, para que transcurra el tiempo exacto y esté listo para consumirse”.

Cuando el sommelier o el mesero muestran la botella cerrada, el comensal debe asegurarse de que se trata de la etiqueta que solicitó, “algo muy común es que la añada sea diferente, por eso hay que poner atención; al abrir la botella se huele el corcho y se siente con los dedos pulgar e índice”, agrega.

AL BEBER

Generalmente, el vino se sirve en copa con pata o vástago largo, de ahí o de la base es de donde se debe tomar la copa, nunca del cáliz. De acuerdo con los expertos, esto se debe a que las mejores copas son las que no se notan, es decir, deben ser lisas y totalmente transparentes; las que tienen relieves o color no sirven para una cata.

El vástago sirve para no manchar la copa y poder apreciar las características organolépticas (color, densidad, brillantez y olor, entre otras) del vino, también para facilitar la inclinación al momento de olerlo y tomarlo. Y, por último, es útil para conservar la temperatura.

   

Hoy en día, hay copas de globo o pata corta para vino tinto, pero se utilizan en situaciones no tan formales. “Una regla de oro es no manchar el cristal con labial o con restos de comida; y excepto para los cocteles, no se pueden agregar hielos porque las copas son frágiles”, afirma Ruíz García.

AL SERVIR

Desde el primer contacto con el comensal, el sommellier o el mesero debe sugerir un vino que armonice con los alimentos que se van a ordenar. Después, su labor es presentar la botella cerrada, preguntar si debe abrirla en ese momento para una breve oxigenación y servir en las copas adecuadas.

“Se sirve primero una cata a la persona que solicitó el caldo. Cuando acepte el vino, entonces servirá a las personas de la mesa empezando por la mujer de mayor edad o categoría, terminando por las damas; después continuará con el hombre de mayor edad o categoría, y al final le va a servir a la persona que cató el vino”, puntualiza Ana Lilia.

   

El vino tranquilo (el que no tiene gas carbónico en su cuerpo) se sirve hasta el grueso de la copa, mientras que el espumoso, como el champán, se llena hasta tres cuartos de copa.

Cuando se termina una botella, se muestra que está vacía y se realiza el mismo procedimiento con la siguiente. “Independientemente de que el vino sea el mismo, se deben cambiar las copas. Es muy usual que el mesero no las cambie cuando te sirve el mismo vino”, afirma la experta.

Sin duda, saber las reglas básicas para beber y servir vino son útiles para momentos formales, tanto en una fiesta o como en un restaurante; no obstante, lo más importante es disfrutar el vino.

   

LO QUE DEBES EVITAR

· Pedir el vino hasta que te sirvan el plato.

· Dar por hecho que es la etiqueta pedida, es decir, se debe revisar muy bien.

· Morder el corcho, con olerlo es suficiente.

· Tomar la copa del cáliz, se tiene que hacer del vástago o la base.

· Manchar la copa de labial o de restos de comida.

· Llenar la copa hasta la mitad con vino tranquilo.

 

· Servir las gotas de la felicidad, el vino tinto con guarda o crianza.

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