Apuestas, autos de lujo y propiedades: así cayó la red de Los Primos

El seguimiento de operaciones bancarias reveló que Humberto Enrique López Arellano, exdirector de Supervisión de Aduanas Marítimas, obtuvo ingresos por 13 millones 675 mil pesos entre 2020 y 2024 gracias a la Secretaría de Marina y la Agencia Nacional de Aduanas de México. Sin embargo, llamó la atención la compra de un vehículo BMW en Veracruz, pagado en dos partes, además de transacciones en efectivo de divisas y una enajenación de acciones por más de 9 millones de pesos. Para la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) resulta sospechoso que, siendo asalariado, manejara tanto dinero en efectivo y pudiera costear viajes y bienes de alto valor.

Otro de los señalados en la investigación es el capitán Climaco Aldape Utrera, identificado como enlace con aduanas y encargado de mover al personal involucrado en la red. Entre 2020 y 2024 recibió más de 7 millones 976 mil pesos por nómina. Aun así, en 2022 adquirió una Suburban Premier por casi 2 millones de pesos y un año después recibió depósitos vía SPEI por 450 mil y 400 mil pesos, considerados operaciones inusuales, ya que provenían de particulares y de una empresa que no pertenece al sector financiero. Para la UIF, estas prácticas son actividades vulnerables vinculadas a posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.

El caso también alcanzó al capitán de corbeta retirado, Miguel Ángel Solano Ruiz. Sus movimientos financieros incluyeron la compra de una joyería por más de 400 mil pesos y gastos superiores a 6 millones de pesos en tarjetas de crédito. Lo más llamativo fueron las apuestas: entre 2015 y 2023, casas de juego y sorteos reportaron 400 operaciones a su nombre por un total de 52 millones 128 mil pesos, casi todo en efectivo.

Los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías, altos mandos navales, aparecen como los principales beneficiados en esta red de corrupción. Manuel Roberto, sobrino del secretario de Marina, compró a su esposa un inmueble por más de 5 millones de pesos, pagado en efectivo. Las alertas se encendieron porque entre 2019 y 2023 también manejó fuertes cantidades de dinero sin un origen claro, lo que refuerza la sospecha de simulación de operaciones y enriquecimiento inexplicable.

En el caso de Fernando Farías, las cifras tampoco cuadran. Entre 2020 y 2024 recibió 1 millón 765 mil pesos por nómina, pero a través de comprobantes fiscales y deducciones declaró ingresos por más de 17 millones. Según la indagatoria, gastó más de lo que percibió, con un exceso superior a 5 millones de pesos, especialmente en 2023 y 2024. También destinó 11 millones a una póliza de vida y participó en la compraventa de un inmueble de 4 millones 500 mil pesos. La investigación de la FGR advierte que no hay explicación para el origen de esos recursos.

La vida de lujos, apuestas millonarias y propiedades costosas de marinos y personal de aduanas, presuntamente vinculados al grupo conocido como Los Primos, encendió la alerta en la UIF. Lo que en un inicio parecía solo un exceso, terminó por mostrar una red de corrupción que, de acuerdo con la investigación, habría operado en distintas aduanas del país con actividades relacionadas al huachicol fiscal.

La Fiscalía General de la República sigue reuniendo pruebas sobre cómo este grupo pudo sostener durante años un estilo de vida con erogaciones millonarias, completamente incongruente con sus ingresos oficiales.

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