Una variante zoológica del voto nulo está ganando simpatías acríticas de ciudadanos hartos de la política y los políticos en sus versiones actuales. El proceso comenzó en Jalapa con el candigato Morris (www.elcandigato.com), un simpático minino de internet, rebelde y contestatario, creado por un empleado de la secretaría de educación de Veracruz (SEV) que en su empresa de desarrollo web, Soluciones Hipermedia, tiene como notables clientes a candidatos y agrupaciones priistas.
Alejandro Sobrevilla Viveros, el impulsor del peculiar felino cibernético, es analista administrativo en administración escolar en la SEV y fue profesor frente a grupo en la misma secretaría (http://linkd.in/12nEJUk). En esta misma columna se ha documentado ampliamente la utilización de los recursos materiales y humanos de esa estructura educativa del gobierno encabezado por Javier Duarte de Ochoa para ayudar al PRI en procesos electorales.
La firma impulsora del candigato Morris tiene en su portafolio de clientes (http://bit.ly/12nJCNd) al priista Ponciano Vázquez Parissi, tanto en su faceta de diputado federal como, ahora, de aspirante a la presidencia municipal de Cosoleacaque (presidencia que como tal también está en la lista de usuarios de servicios) y al Frente Juvenil Revolucionario de Jalapa. El cliente Ponciano Vázquez Parissi es hijo del desaparecido Cirilo Vázquez Lagunes, apodado El cacique del sur, y su hermano Cirilo fue expulsado del PAN porque como presidente municipal de Cosoleacaque apoyó en su campaña a diputado federal al priista Ponciano, quien ahora busca suceder a ese mismo hermano. En Acayucan, Regina y Fabiola Vázquez Saut (también hijas de El cacique del sur, asesinado en 2006, hermanas de Ponciano y Cirilo) también intercambian cargos.
De ese contexto de dinosaurismo clásico ha emergido la pretensión de un gato salvador, enemigo de las ratas y promotor de proclamas de apariencia justiciera pero sin destinatario preciso, acomodable todo al gusto del indignado en turno (los priistas lo pueden encajar a los panistas, y viceversa). Morris busca la presidencia municipal de la capital de Veracruz y jala la adhesión y el entusiasmo de quienes anhelan encontrar alternativas ante la podredumbre política generalizada. En Jalapa, ni el priista Américo Zúñiga Martínez ni el panista Abel Cuevas Melo significan opciones de cambio y progreso verdaderos, capturadas las postulaciones y las campañas por los grupos de interés que dominan las estructuras partidistas.
El guiño de un gato aparentemente inofensivo, fresco y ligero cumple así las veces de distractor para conciencias sin mucha información política y de conducto idóneo para trasladar la irritación y la protesta hacia casilleros intrascendentes. Así han surgido en todo el país otras postulaciones animalescas a través de internet, aparentemente espontáneas y apartidistas. Pero desviar el enojo popular hacia opciones sin salida ni efectividad equivale a debilitar las eventuales posibilidades de alternancia (que, en realidad, de poco han servido) y a garantizar que el voto duro y la promoción electoral mediante obras, regalos y dinero en efectivo sean suficientes para que conserven el poder las mismas élites siempre ingeniosas para engañar y manipular.
En otro tema: ante las evidencias y denuncias de venta de bases de datos, el Instituto Federal Electoral y la Procuraduría General de la República han hecho un despliegue declarativo prometiendo investigaciones y castigo a los responsables de esos presuntos delitos. Para tales efectos, Jesús Murillo Karam ha nombrado a su coordinador de asesores, Hugo Cantú Concha, como una especie de supervisor especial.
La designación encierra un riesgo de conflicto de intereses, pues Cantú Concha ha tenido una larga vinculación justamente con el IFE, donde fue coordinador de asesores del consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, y director ejecutivo de capacitación electoral y educación cívica en el impugnado proceso de 2006. Compañero de Sergio García Ramírez en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde el ex procurador general de justicia es investigador jubilado docente, y Cantú Concha es investigador de tiempo completo, compartieron preocupaciones por el curso del proceso electoral de 2012, en el cual García Ramírez acabó favoreciendo abiertamente a Enrique Peña Nieto como consejero del IFE. Ahora, el mismo Cantú Concha aparece como coordinador de asesores de quien encabezaba la defensa jurídica del PRI en el IFE, Jesús Murillo Karam, quien campechanamente le encomienda investigar acusaciones de que se han vendido las bases de datos electorales.
http://www.jornada.unam.mx/2013/06/13/opinion/006o1pol