La industria potosina de línea blanca podría enfrentar serias complicaciones si se concreta la imposición de un nuevo arancel del 50% por parte de Estados Unidos a productos que contengan acero. Esta medida impactaría directamente a empresas como Mabe, que exporta una parte importante de su producción desde San Luis Potosí hacia el mercado norteamericano.
El nuevo impuesto, aún en análisis, se aplicaría dependiendo del contenido de acero en cada artículo, lo que afectaría de manera especial a electrodomésticos como refrigeradores, estufas, lavadoras y lavavajillas, que representan una parte clave de las exportaciones potosinas.
Riesgo para la competitividad
Imelda Elizalde Martínez, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) en San Luis Potosí, advirtió que estos aranceles podrían frenar la dinámica de comercio establecida con Estados Unidos, afectando la competitividad de las empresas locales, especialmente las instaladas en la Zona Industrial.
“El problema no es solo para quien compra el producto, sino para toda la cadena que lo hace posible: proveedores, fábricas, transportistas y exportadores”, explicó.
Mabe, en la mira
La empresa Mabe, que opera una de sus principales plantas en San Luis Potosí, sería una de las más afectadas. De entrar en vigor el nuevo arancel, sus productos fabricados en el estado podrían encarecerse, perdiendo competitividad frente a artículos similares producidos en otros países.
Impacto en toda la cadena
Elizalde señaló que la industria de electrodomésticos es clave para distintos sectores, como el transporte, el comercio, la logística y hasta la construcción de viviendas.
“Si suben los costos de producción, las consecuencias serán menos empleos, rutas de distribución más caras o incluso inviables, y una baja general en la actividad económica”, advirtió.
Desde Canacintra se han iniciado gestiones para construir una postura conjunta a nivel nacional que evidencie los riesgos reales que este tipo de medidas podría representar.
También afectará al consumidor
Además del golpe a las industrias, el consumidor final también resentiría el alza en los precios. Si las tarifas de transporte aumentan, los productos llegarán más caros a las tiendas, o en el peor de los casos, dejarán de llegar, afectando la disponibilidad en el mercado.
El sector empresarial ya ha solicitado establecer una mesa técnica de diálogo con autoridades federales y representantes comerciales, con la intención de buscar soluciones viables que no frenen el crecimiento industrial en la región.
