Arquitectura Barroca en San Luis Potosí

Arquitectos del Nuevo Milenio
Por Arq. Roberto Carlos Legaspi Balderas

La arquitectura barroca nació en Italia y alcanzó su máximo esplendor entre finales del siglo XVI y mediados del siglo XVII. Surgió como continuación del Renacimiento, movimiento que retomó los cánones clásicos de la arquitectura griega y romana.
La principal característica del barroco es su estética cargada de ornamentación y formas exuberantes y libres, en contraste con el neoclásico, que se distingue por la sobriedad de sus líneas y composiciones.
En el barroco, la escultura se integró de manera armónica en la arquitectura, aportando teatralidad y espectacularidad. El resultado fue una composición de formas monumentales y dinámicas. Este estilo se desarrolló principalmente en los templos religiosos a lo largo del mundo.
En México, durante la época virreinal, el barroco se introdujo como parte del proceso de evangelización. Ciudades como Puebla y Ciudad de México conservan algunas de las principales muestras de este estilo arquitectónico.
En San Luis Potosí, el barroco se refleja principalmente en los templos católicos del Centro Histórico de la ciudad. Ejemplos destacados incluyen la Catedral Metropolitana, el Templo del Carmen, el Templo de San Agustín, el Templo de San Francisco y, por supuesto, la Capilla de Aránzazu, entre otros. En la arquitectura civil, se destaca la Caja Real de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En la Catedral Metropolitana, podemos admirar un barroco tritóstilo salomónico en su fachada, mientras que en su fachada lateral encontramos un ejemplo único en la ciudad de un tritóstilo completo.
El Templo del Carmen destaca por su espectacular ornamentación. En su primer cuerpo presenta un barroco tritóstilo salomónico, mientras que en la piedra clave del arco de la entrada principal se encuentra la insignia dedicada a San Elías, representada por una espada flamígera. En el segundo cuerpo se observa un barroco estípite, que se caracteriza por sus formas piramidales. Finalmente, en la parte superior, la estructura simula un telón, reforzando la teatralidad del estilo barroco.
Como dato interesante, el Templo del Carmen conserva varios retablos barrocos originales en sus capillas laterales. Los retablos principales, originalmente barrocos y ricos en ornamentación, fueron reemplazados a finales del siglo XVIII y principios del XIX, con la reintroducción del estilo neoclásico. Estos nuevos retablos, más sobrios, permanecen hasta la fecha.
El Templo de San Agustín presenta una fachada sobria, pero en su torre principal se puede apreciar el barroco tritóstilo salomónico y estípite.
En el Templo de San Francisco, el primer cuerpo de la fachada representa un barroco tritóstilo, mientras que el segundo cuerpo muestra un barroco salomónico completo. La torre grande sigue esta misma tendencia, mientras que la torre pequeña presenta un barroco tritóstilo salomónico.
La Capilla de Aránzazu, al igual que el Templo del Carmen, se distingue por su rica ornamentación barroca, con un barroco estípite que resalta por sus formas piramidales.
Como podemos observar, San Luis Potosí cuenta con una arquitectura barroca muy variada y rica, especialmente en sus templos católicos. Este patrimonio arquitectónico es un valioso reflejo de nuestra identidad y merece ser preservado, ya que es una parte esencial de nuestra herencia como potosinos.

Arq. Roberto Carlos Legaspi Balderas
Egresado de la licenciatura por Facultad de Hábitat y de la maestría en Conservación del Patrimonio Urbano Arquitectónico por el Instituto de Investigación y Posgrado de la misma Facultad, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Experiencia profesional en el Departamento de Diseño Y construcción de la UASLP
Actualmente laboro en el Departamento de Mantenimiento de la misma universidad.

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