Una mujer fue arrestada en el metro de Nueva York, en Estados Unidos, por vender magos y kiwis en las instalaciones del transporte público. Activistas acusaron que la detenida sufrió violencia y racismo.
La detención fue captada en video y se viralizó en redes sociales mediante la cuenta Street Vendor Project, una organización que defiende los derechos de los vendedores ambulantes y pequeñas empresas en Nueva York.
“Trato horrible para María, una madre, empresaria inmigrante y su hija que lo filmó. (…) Vergüenza para nuestra ciudad por elegir la crueldad, en lugar de apoyar a las madres trabajadoras“, escribió la organización en Twitter.
La mujer, identificada como María Falcon, se encontraba sentada con su hija y otro vendedor ambulante en la estación del metro. Al momento de la detención, indicó que se sintió “aterrorizada” porque la esposaron, a pesar de que lleva más de diez años trabajando como vendedora, de acuerdo con el portal AM Nueva York.
Los policías la escoltaron en la estación y también aseguraron la mercancía de la mujer, la cual estaba ordenada en canastas y era transportada en un carrito.
“Estoy vendiendo frutas, aquí están las cajitas de chocolate que ni siquiera en tres días he terminado (de vender), ese es el trabajito que nosotros hacemos. Honradamente trabajamos y no hacemos daño a nadie”, relató la mujer para la organización.
María tiene licencia como vendedora de alimentos, paga impuestos por su trabajo y aprobó los cursos de seguridad alimentaria del gobierno, pero aún así fue detenida, de acuerdo con el medio City Limits.
Al respecto, diversas organizaciones, activistas y funcionarios se sumaron en contra de los reclamos hacia los policías, pues consideraron que la mujer fue víctima de violencia.
“Ningún individuo debe ser esposado y humillado por vender frutas frescas para mantener a su familia. Esperamos trabajar con el alcalde de Nueva York para reformar este sistema arcaico que discrimina a una parte icónica de la ciudad”, suscribieron los activistas en un comunicado.
El senador Kevin Parker y Shahana Hanif, integrante del Consejo de la Ciudad de Nueva York, mencionaron que fue en “caso inaceptable” e incluso lo calificaron de “acoso racista”.
Milenio