ARTURO MORALES SILVA, “PARALIZADO” EN EL PODER JUDICIAL

A lo que te truje, DESTACADOS, OPINIÓN

A LO QUE TE TRUJE

Por Chencha

El paro en el Poder Judicial Federal y su equivalente en San Luis Potosí pone de manifiesto la falta de liderazgo y dirección. Por eso ni sus propios líderes ni la ciudadanía han salido en su defensa frente a las reformas propuestas por Morena.
En “el mejor de los casos” la ciudadanía que se ha acomodado en la zona de confort del populismo exacerbado allá y acá prefiere decir que sí a ciegas o no sin sentido ni interés.
La estrategia del Poder Judicial ha sido limitada, centrada en quejas públicas y ataques en redes sociales, sin ofrecer una contrapropuesta viable.
Este poder será recordado por atravesar un periodo de crisis reformista sin apoyo ni respuestas claras. La imagen del Poder Judicial está fuertemente asociada con la corrupción y el servicio a la élite, lo que ha mermado cualquier defensa popular. Tampoco ha recibido respaldo de la oposición política, que está más enfocada en sus propias luchas internas.
A nivel internacional, ni Estados Unidos ni los mercados han mostrado interés en defender al Poder Judicial mexicano. El embajador estadounidense ha señalado que no intervendrá, y los mercados se han estabilizado, desestimando el impacto de la reforma.
La reforma crítica del Poder Judicial se vive en un estado de aislamiento, con pocas perspectivas de encontrar apoyo, mientras que quienes podrían haberlo defendido han optado por adaptarse a la nueva realidad.
En San Luis Potosí el caso tiene doble tiro, primero empatándose con el paro y manifestación sostenida recientemente por trabajadores en activo y jubilados que fue atajada “tímidamente” por quien debería encabezarla, su Presidente Arturo Morales Silva, que en su pequeño viaje al tornado público que se generó en la Ciudad Judicial terminó pareciendo un “agregado” a los negociadores del gobierno Gallardista, más que ser el máximo representante y responsable de un poder tan importante.
Cuando en el ida y vuelta de la semana pasada Morales Silva al fin salió de su burbuja (la que viven muchísimos de los protagonistas del poder judicial que se mantienen en mezquinas posiciones sin compromiso con su trabajo y mucho menos con la ciudadanía) se terminó enfrentando a la realidad de sacar la cabeza al mundo, el aire pega y el sol cala, fue exhibida la desafortunada inclusión de su esposa en la nómina prácticamente como aviadora.
Nadie se asusta, porque es una mala costumbre común, las redes de nepotismo son un símbolo de este proceder acomodaticio y sin repercusión que termina por darle cierta razón a quiene quieren, aún a pesar de la política partidista solo han sembrado la idea de que el poder judicial debe cambiar.
En la escalada del paro del poder judicial federal que ayer ya se votó a favor y que comienza formalmente mañana en el primer minuto del día, todos esperaríamos que el talante de Morales Silva sirviera como ejemplo de un liderazgo claro y un compromiso importante con sus representados y la ciudadanía pero no ocurrió y no ocurrirá, el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de San Luis Potosí esta descabezado, sus tripas están desperdigadas en la explanada del Presidente Juárez, atendiendo “recomendaciones” oficalistas de no mover más el avispero y someterse suavemente a los “golpecitos” impositivos de las consumadas mayorías legislativas.
¿Será que el silencio por la que ha optado Morales Silva y que “sugiere” también a pares y subordinados que no se sumen al paro nacional y manifiesten postura es un nuevo indicio de la indignidad de su posición y con la que está buscando someter a “su gente”?
El papel de muchos juzgadores, especialmente los que han pasado por la Presidencia del Supremo Tribunal Potosino son intrascendentes o trístemente célebres por sus abusos y malos manejos como sucedió en el caso de Juan Paulo Almazán Cué, hoy el foco nacional y local alcanzó a Arturo Morales y lo único que sobresaldrá en su historia personal es este momento y cómo dilapidó una carrera razonablemente seria por su falta de tamaños y arrestos para tener un poco de dignidad.
¿Será por eso que las subrepticias llamadas que han surgido desde los teléfonos de Morales Silva a jueces para no levantar más polvareda ya no tienen vigencia?
Para finalizar la retahila de colmos que se cuelgan a Morales Silva sobresale el último cascabel que le suena en la “cola”, su intención de terminar sin aspavientos su carrera judicial a punto de “merecer” la jubilación que tanto anhela, imagínense.

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