Las autoridades estatales y federales, tienen que reconocer que San Luis Potosí padece una enfermedad y que esta se llama inseguridad, señaló el vocero de la Arquidiócesis potosina, Juan Jesús Priego Rivera.
A un mes de la renuncia de Raúl Alanís Beltrán, exdirector general de Seguridad Pública del Estado y posterior a quince días que fue citado por el legislativo, Jaime Ernesto Pineda Arteaga, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), por fin se reunió con los diputados de la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social.
Priego Rivera, declaró que lo que le ha hecho falta a las autoridades policiales, es la accesibilidad y el reconocimiento de que las cosas “no van bien en San Luis Potosí”.
“El primer paso es el diagnóstico, el reconocer que se padece una enfermedad, es el inicio de la curación, cuando nosotros aceptamos tener padecer una enfermedad y consentimos en tratarla con los medicamentos adecuados, empieza nuestra recuperación y nuestra salud”.
El líder religioso reconoció que el problema de la inseguridad es un tema multifactorial, que demanda la colaboración de las autoridades policiales, pero también de la sociedad.
“Vamos a unirnos todos los mexicanos, yo creo que todos los mexicanos quisiéramos ya poder vivir en paz, que estés en un lugar y no venga alguien y te balacee, te secuestre o te asalte, estamos hartos, estamos cansados y si hay un deber del estado, es el de velar por la seguridad de los ciudadanos, un estado que no vele por la seguridad de los ciudadanos, es un estado fallido”, concluyó.
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