Dos personas murieron ayer en China a consecuencia de la cepa H7N9 de la gripe aviar, con lo que ya son 13 los fallecidos por el virus que ha infectado a 60 personas, informaron medios estatales.
Los dos muertos se conocen un día después de que Pekín, la capital china, registrara su primer caso, hasta ahora sólo aparecida en humanos en China.
Las autoridades chinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han descartado los temores de que se trate de una epidemia, pese a que este fin de semana se informara que se informara del primer contagio humano, el de una niña de siete años con pronóstico favorable, de acuerdo con sus médicos.
La menor, cuya identidad no ha sido revelada, aunque se sabe que su familia se dedica al comercio de pollo en el distrito de Shunyi de la capital china, está hospitalizada desde el jueves, según la agencia oficial Xinhua.
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El medio, que cita autoridades locales y hospitalarias, asegura que las dos personas que mantuvieron más contacto con la niña, que se presume son sus padres, están sometidas a vigilancia médica desde entonces.
Las autoridades chinas llamaron a la población a tomar sus debidas precauciones.
