“Era una chica brillante que adoraba a sus hermanos”, así era Ietza Abril Soler Cano, la estudiante de la Preparatoria 3 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que lamentablemente se suicidó tras ser acosada por tres de sus profesores, en medio de su dolor, sus padres Liliana Cano y Juan Soler, desean que el legado de su hija trascienda y sirva para transformar a la Máxima Casa de Estudios con el objetivo de evitar más suicidios al interior de las aulas además de mejorar la calidad educativa.
“Mi hija era una chica hermosa, brillante, con muy buenos sentimientos, con valores, Ietza era lo más maravilloso que yo tenía, lo más perfecto que yo he hecho en toda mi vida”, confesó Liliana Cano.
En entrevista para El Heraldo Digital, Liliana Cano, madre de la joven de 15 años, destacó que su hija además de inteligente era muy educada, amorosa, tímida por lo que sus papás la apoyaban para tener un negocio de dulces para generarle más seguridad, también destacan que era muy sensible; algo que los profesores vieron como una debilidad y no como una cualidad.
“Ietza estaba orgullosa, nosotros orgullosos y llenos de sueños así como de aspiraciones para ella, siempre hemos considerado que la herencia que le vamos a dejar a nuestros hijos es la educación”, recordó Liliana Cano.
Por ellos decidieron meter a diversos cursos a Ietza, con la intención de que su preparación le abriera caminos en un futuro, el cual se vio truncado por la falta de capacitación de sus profesores quienes le generaron tanto estrés, inseguridad y bullying provocando que la adolescente se suicidara el 25 de abril.
“Estamos con una familia rota, con el corazón roto y tratando de pegar los pedazos”, compartió Liliana Cano.
Su mamá relata que era una chica muy creativa, que estaba decidiendo entre estudiar Psicología o Animación Digital, adoraba a sus dos hermanos, a sus papás y a su gatita Kamala Harris “me la dejo huérfana”, señaló Liliana Cano.
Su papá José Soler la describe como una “niña hogareña” que apenas comenzaba a salir a fiestas a las cuales ellos la llevaban y recogían, afirma que “se notaba que era feliz”, lamentablemente en la escuela no era así.
Ya que tres profesores la acosaban reiteradamente:
- María Gabriela Reveles, docente de Inglés: se quejaba de su tono de voz, de forma denigrante le decía que hablaba muy bajito, no le importaba que la alumna tuviera una certificación del idioma, se centraba en aspectos personales y no académicos.
- Luz Marina Castro Calva, profesora de Matemáticas: la exhibía frente a la clase y le gritaba.
- Daniel Calvillo González, de la asignatura de Geografía: le decía que tenía muy mala letra y la ponía a hacer caligrafías además ejercía violencia de género al decirle que como mujer no se le permitía tener el cuaderno tan maltratado o desordenado.
Los tres maestros tienen una evaluación muy deficiente por parte de los alumnos de la Preparatoria 3, en redes sociales y en la página “Mis maestros.com”, donde destacan sus malos tratos, sus formas despectivas de dirigirse a los menores y su calificación no rebasa el 7.
Para algunos la directora Laura Elena Cruz Lara también es cómplice al conocer estos abusos y no tomar medidas para proteger a los alumnos y actuar con indiferencia ante lo que sucedió con Ietza Abril “es una mujer muy indiferente, ella intento minimizar lo que estaba sucediendo”, declaró la familia de la joven, denunciaron que tampoco les brindo asesoría para interponer una denuncia ante la Defensoría de la UNAM, fue su hijo mayor quien los contactó y apenas el jueves pasado se interpuso.
“Indudablemente la causa más fuerte que orilló a mi hija a tomar esta decisión tan dolorosa fue el bullying que le hicieron los profesores el maltrato y la humillación”, sentenció Liliana Cano.
Maestra de Matemáticas provocó que otra joven casi se intoxicara
Liliana Cano reveló que al comenzar este movimiento para buscar justicia para su hija y mejorar el Sistema Educativo de la UNAM ha conocido muchos casos de abuso similares a los que enfrentó su hija y está sorprendida por la indiferencia de las autoridades educativas “la educación en la Prepa 3 recayó mucho”.
Durante una clase una de menor casi se intoxica debido a que sufre ataques de ansiedad y no supo lidiar con la presión de la maestra de Matemáticas, “se pasó medio frasco de pastillas y se estaba desmayando, a la profesora Luz Marina Castro le dio risa, la llevaron a un servicio médico deficiente”.
“Que la UNAM se preocupe de mantener vivos a sus estudiantes”: Liliana Cano
Sus padres consideran que el mejor legado que puede dejar Ietza Abril es una reforma al Sistema Educativo de la Máxima Casa de Estudios, donde los docentes tengan mejor preparación pedag��gica y también estén mejor preparados académicamente, que haya una educación y trato más digno para los jóvenes que son el futuro de México y que los maestros sean evaluados y que realmente se tomen en cuenta estas evaluaciones.
Y es que se dieron cuenta que al interior de los planteles hay mucha corrupción y que los menores no tienen casi voz ni voto, que muchos viven con miedo y no quieren denunciar para no tener represalias “detrás de las rejas es una selva y sobreviven solamente los más fuertes, el más grande se come al más pequeño, los más grandes son los profesores que son abusivos, no tienen formación pedagógica”, indicó la mamá de Ietza Abril.
Por lo que hacen un fuerte llamado a la UNAM y su sistema el cual no ha sido modificado en años “como prioridad que se preocupe de mantener vivos a sus estudiantes, porque el reto no es tener tantos aciertos en el examen COMIPEMS o salir en tres años con promedio de 8 sino terminarla vivo, entonces que se preocupe de mantener vivos a sus estudiantes con buenos profesores y preparados”, enfatizó Liliana Cano.
Además hizo un llamado a los padres de familia para no enseñarle a sus hijos que vivan con miedo, que detengan el abuso “que ellos no tengan miedo, porque cuando un padre es miedoso, le inculcas a tu hijo que viva con miedo, pero si le enseñas a alzar la voz, a tener comunicación, eso puede ayudar bastante”.
Agradece el apoyo de la comunidad estudiantil, falta el de las autoridades
En este camino han encontrado mucho apoyo de la comunidad estudiantil, de colectivos de alumnos quienes incluso les confesaron que gracias a su movilización ellos están tomando valor “me devolvieron la fe en los jóvenes, una juventud aguerrida que lucha por sus ideales” y aprovechó para recordarles que siempre hay una solución, ahora solo falta el apoyo de las autoridades administrativas de la UNAM y de las capitalinas.
“Me dejan una familia rota, una familia destruida, se pierde la vida de una adolescente, la sociedad cada vez es mas indiferente y normalizamos la violencia ya sea de una u otra forma y aprendes a vivir con eso”, lamentó Liliana Cano.
Compartió que ha hecho catarsis buscando la justicia, que recibe ayuda psicológica para afrontar los hechos y también se encuentra medicada además de que ha perdido varios kilos, pero que no lograran amedrentarla y que seguirán luchando por sus objetivos.
Añadió “yo me siento bien porque esto me está ayudando a mitigar mi dolor, sentir que no me quedo abusada y callada porque eso es lo que sucede en esta sociedad, el que es abusado siente vergüenza y se calla cuando debería de ser al revés, el abusador es el que debería sentirse avergonzado, esta situación hasta cierto punto es terapéutica”.
“La UNAM me queda debiendo, ojalá que tenga la intención de resarcirme un poco el daño moral a mi hija, no me la va a devolver nadie pero nos importa que ninguna familia vuelva a pasar por esto, que no se vaya la vida de otro adolescente en una situación de estas, es eso lo que queremos aportar, eso nos motiva“, puntualizó la madre de Ietza Abril.
El Heraldo de México