Rodrigo Huescas, jugador del FC Copenhague y seleccionado mexicano, fue sentenciado a 20 días de prisión en Dinamarca por rebasar los límites de velocidad. El futbolista aceptó su responsabilidad y ofreció disculpas públicas por lo sucedido.
La prisión donde deberá cumplir su castigo es Sorstrøm, ubicada aproximadamente a 100 kilómetros de Copenhague, la capital danesa. Este centro de reclusión llama la atención por su diseño, muy diferente a la imagen tradicional de una cárcel.
Diseñada por el despacho C.F. Møller, Sorstrøm fue pensada para cuidar tanto el estado físico como emocional de los internos. A diferencia de muchas prisiones en el mundo, esta tiene un enfoque más humano, con espacios que buscan parecerse a una comunidad común.
La estructura de esta cárcel se asemeja a la de un pequeño poblado, con calles, plazas y áreas verdes. Tiene una capacidad para albergar a 250 personas privadas de la libertad.
En Sorstrøm, las celdas están agrupadas en bloques de entre cuatro y siete, y cada unidad cuenta con acceso a una cocina compartida y una sala común. Los mismos reclusos se encargan de preparar sus alimentos, lo que fomenta la responsabilidad y la convivencia.
El bienestar social y mental es una prioridad en este lugar, por eso, las celdas tienen dos ventanas que permiten la entrada de luz natural. Además, los materiales de construcción, como ladrillos claros, hormigón y acero galvanizado, son duraderos y requieren poco mantenimiento.
Los internos también pueden hacer deporte y participar en juegos tanto en áreas internas como al aire libre, lo que contribuye al equilibrio emocional y a la rehabilitación.
Esta prisión destaca por sus condiciones, muy distintas a las que se ven comúnmente. Aunque Rodrigo Huescas esté pagando una pena legal, el ambiente en Sorstrøm está lejos de ser una experiencia traumática como en otras cárceles del mundo.