La pequeña iba a ser vendida en Europa, donde ya había un posible comprador, de acuerdo con la confesión de su captor
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril.- Cuando la imagen de la pequeñaValeria, distribuida por autoridades del Estado de México, llegó hasta el televisor de la señora Quesada, habitante de la provincia deSonsonate, al oeste de El Salvador, el caso estuvo destinado a tener un final exitoso.
La mujer no dudó en actuar de inmediato, una vez que reconoció que la niña desaparecida en Texcoco, Estado de México, era la misma que estaba con su vecina y a la que había visto en el programa Laura en América.
En la reconstrucción de cómo ubicaron a la menor, de la que da cuenta La Razón, se establece que la mujer tomó el teléfono y llamó a su sobrino Faustino en Austin, Texas, pues creía que allá grababan el programa. Cuando habló con él le dijo que unos vecinos tenían a “la niña que salió en la televisión”.
La señora Quesada no tenía duda de que la niña era la misma que se habían robado el 1 de abril pasado en un mercado de Texcoco, con el engaño de que le iban a regalar un conejo.
Además de llamar a su sobrino, le pidió a la Policía Nacional Civilque fuera por esa pequeña, a la cual un hombre había “encargado” en casa de los vecinos de la señora Quesada con la promesa de que regresaría al día siguiente por ella.
Más tarde, los agentes la rescataron y detuvieron a Nelson Vladimir Valencia Masin, un salvadoreño de 42 años que tenía a la niña y que al ser detenido confesó que pretendía llevarla a Europa, donde ya tenía un posible comprador.
El aviso en México
A las 5:00 de la tarde del viernes 12 de abril sonó el teléfono del secretario del Ayuntamiento de Texcoco, Horacio Duarte. Tenía una llamada desde Estados Unidos con información sobre Valeria, quien para ese momento cumplía 12 días desaparecida.
El interlocutor del funcionario aseguraba que había información de la niña cuya imagen y datos fueron distribuidos a través de la Alerta Amber, especializada en la búsqueda de menores robados o extraviados.
Faustino Quesada le dio la noticia: “La niña Valeria la tienen en Sonsonate, en El Salvador”, le dijo.
Instantes después las autoridades de Texcoco contactaron a las del país centroamericano. Hablaron con la Policía y le pidieron que fotografiara a la menor.
La imagen llegó por correo electrónico. Ahí estaba la pequeña Valeria; tenía un peinado de dos coletas y estaba vestida con una blusa de tirantes y un short. Ya no llevaba la playera naranja con flores ni el pantalón negro que le puso su mamá el día que desapareció.
Las autoridades municipales llamaron entonces a su mamá, Ana Cecilia; le mostraron la fotografía y junto con ella se enlazaron porvideochat hasta El Salvador.
Para confirmar que era ella le hicieron tres preguntas a la niña:
−¿Cuál es tu dulce favorito?
−El Pelón de chile.
−¿Qué caricatura te gusta?
−El Miky.
−¿Cómo se llama tu abuelo?
−Pedlo.
Al escuchar las respuestas, las lágrimas invadieron a la mamá de Valeria. Escuchar de nuevo que su hija no puede pronunciar la letra “r” y que por eso le decía Pedlo a su abuelo Pedro, la hizo llorar.
No había duda, la menor en esa pantalla era su hija.
Estaba a miles de kilómetros, pero sana, y Ana Cecilia sabía que pronto estaría de regreso.
La tarde de este domingo, las autoridades federales y estatales entregaron a Valeria en su casa de Texcoco.
Aunque Nelson Vladimir Valencia Masin está detenido en El Salvador presuntamente implicado en el robo de Valeria, la Procuraduría de Justicia del Estado de México lleva a cabo una investigación para determinar si se trata de una banda dedicada al robo de menores y los detalles de la sustracción de la niña, para lo cual están en coordinación con la Policía salvadoreña.
Con información de: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/04/15/894008