La señora María Guadalupe, de 76 años, salió temprano de su casa en la calle Cuauhtémoc, de la colonia Azteca, a comprar algunas cosas para la comida en el tianguis que se coloca en esa zona.
Estuvo algunos minutos y cuando terminó sus compras, regresó a su domicilio. Algunos vecinos afirmaron que la vieron caminar con una bolsa de verduras y que, después, regresó a su vivienda sin sospechar que dos hombres la seguían.
Cuando entró a su domicilio, los criminales que viajaban en moto, se estacionaron afuera del lugar y luego entraron al sitio para dispararle a quemarropa.
Uno de ellos disparó en tres ocasiones, mientras que el otro encendió la moto para darse a la fuga con dirección a la colonia Paraíso; sin embargo, algunos ciudadanos se dieron cuenta de que uno de los criminales llevaba en la espalda la leyenda: “venta de aguacate”.
María quedó tirada en el suelo de su recámara y empezó a agonizar; una de las balas le perforó la cabeza del lado izquierdo, así que murió casi enseguida. Cuando paramédicos revisaron a la mujer, ya no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Minutos después, llegó su hija a la escena del crimen e impactada rompió en llanto, mientras que policías preventivos le pidieron que saliera del domicilio para preservar los indicios.
Posteriormente, otros de sus parientes acudieron, mismos que permanecieron afuera del domicilio, mientras personal de la Fiscalía se hacía cargo del caso.
El Gráfico
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