No es nuevo, pero la UNAM está promoviendo su programa de donación de cuerpos para que estudiantes y médicos mejoren sus habilidades quirúrgicas y clínicas. Otros profesionales que pueden aprovechar los cuerpos de personas fallecidas son los odontólogos, los antropólogos y los enfermeros.
Esencialmente el proceso para registrar la donación del cuerpo al morir consiste en dos pasos: agendar una cita ya sea vía telefónica o en el sitio del programa para tener una entrevista presencial o a través de videoconferencia y despejar en ella todas las dudas posibles; el segundo es acudir a firmar los papeles para la donación del cuerpo.
No obstante, tal y como pasa con la donación de órganos, es imprescindible que la familia sepa (y respete) la donación del cuerpo del fallecido. Será la familia la que tendrá la decisión final pues deberá notificar a la UNAM en caso de muerte del interesado. El documento firmado previamente por el donante no impide legalmente que los familiares dispongan del cuerpo.
Las “donaciones temporales” y los casos excepcionales
El doctor Diego Pineda del programa de donación de cuerpos dijo en entrevista radiofónica con W Radio que la UNAM antes del programa recibía cuerpos de personas no reclamadas, pues la ley permite que cuerpos de personas no identificadas en un lapso de 72 horas sean designados a la universidad.
El procedimiento implica un riesgo ético, reconoce el doctor. Hubo casos en los que, tras comenzar un proceso de investigación con un cuerpo, algún familiar le reclamó y le tuvo que ser entregado. El proceso hecho con el cuerpo hasta entonces era considerado perdido.
Mediante el programa, la UNAM espera tener estabilidad en el uso de cuerpos dado que se trataría de una donación voluntaria. El doctor Pineda también dijo que los interesados adquieren el compromiso de decirle a la familia para asegurar que su voluntad sea respetada.
En todo caso, también es posible hacer donaciones temporales. El proceso es que el cuerpo es donado a la UNAM por cierta cantidad de años (uno, dos tres o cinco), y luego el cuerpo es incinerado y las cenizas dadas a los familiares. En el caso en que los cuerpos se quedan permanentemente con la UNAM, los restos pasan a la colección osteológica de la universidad tras terminar los proyectos de investigación.La UNAM se hace cargo de los gastos de transporte del cuerpo siempre y cuando sea dentro de Ciudad de México. Si el cuerpo del donante está en cualquier otra parte la familia debe hacer el traslado.
Por ley la UNAM no puede recibir cuerpos que hayan tenido enfermedades como COVID-19, tuberculosis, hepatitis-C y VIH. Tampoco es posible recibir el cuerpo de personas que cometieron suicidio o bien que murieron por homicidio.
Las personas interesadas pueden llamar para obtener más detalles al 55 56 23 22 69, o bien, agendar cita desde el calendario en el sitio del programa.
Xataka