Por: El rebelde incomodo.
¡Hola, queridos potosinos!
¿Saben? No puedo dejar de pensar en la gran charla que todos hemos tenido en las últimas semanas. No me refiero a una conversación casual, sino a esa que ha estado en los titulares, en las radios y hasta en las mesas de nuestros comedores: hablamos sobre el plebiscito, sobre la municipalización de Villa de Pozos.
Para ponerlos en contexto, nuestro ciudadano Manuel Nava Calvillo, integrante del Frente Ciudadano Anticorrupción, no ha querido ser solo un espectador de este evento y ha levantado la mano cuestionando el proceso, lo que nos lleva a preguntarnos una y otra vez sobre lo que está pasando en nuestras tierras. Porque, veamos, estamos hablando de 55 millones 844 mil 3.23 pesos (una cantidad enorme) que estaba destinada para la organización de este plebiscito. Ahora, escuchamos que ese presupuesto se ha reducido a unos 20 millones, esto instruido por el actual Gobernador. ¿No les parece un cambio bastante drástico?
Vamos, no podemos quedarnos callados frente a esto. Especialmente cuando Villa de Pozos, un lugar que muchos llevamos en el corazón, está en juego. Quisiéramos creer que este evento va a tener en cuenta todas nuestras voces, que se está planificando de una manera que nos permita a todos participar equitativamente. Pero, la realidad parece ser otra: la información está confusa, y municipios vecinos que también deberían tener voz en este asunto parecen estar quedando fuera.
Y aquí estamos, contando los días para una votación que puede cambiar nuestras fronteras municipales, pero sintiendo que navegamos a ciegas. Nos gustaría entender mejor qué ganamos y qué perdemos con la creación de un nuevo municipio, pero las respuestas son, cuanto menos, difusas. A pesar de que hay voces expertas, como las de Pedro Isidoro González Ramírez y José Santos Zavala, que nos alertan, parece que desde el CEEPAC no hay mucho interés en abrir un diálogo real con nosotros, los ciudadanos.
El presupuesto para este plebiscito, que ha ido menguando de manera preocupante, nos da una idea clara de cuánto valor se le está dando a nuestra opinión y a nuestra participación en este proceso democrático. Es como si lo que debería ser un gran momento de participación cívica estuviera convirtiéndose, poco a poco, en un juego de números y decisiones apresuradas.
Entonces, ¿estamos realmente preparados para tomar una decisión tan importante? ¿Podemos confiar en que nuestras opiniones serán realmente escuchadas y respetadas en este plebiscito? Porque, amigos míos, una democracia que no escucha, que no informa y que no valora a sus ciudadanos, es una democracia que está perdiendo su esencia.
A pesar de todo, el 24 de septiembre está a la vuelta de la esquina, y es nuestra responsabilidad como potosinos acercarnos a las urnas. Estamos frente a una consulta que parece haber sacrificado la certeza por la rapidez. Una consulta que nos deja con más preguntas que respuestas.
Por eso, les invito a que no dejemos que este plebiscito sea simplemente un trámite más. Hagámoslo una oportunidad para mostrar nuestra solidaridad, nuestro análisis crítico y nuestra voluntad de dialogar abiertamente. Porque tanto San Luis Potosí como Villa de Pozos merecen que lo demos todo.
¿Se han dado cuenta de cómo nuestra querida Villa de Pozos se ha vuelto la “chica popular” de la temporada? ¡Es que somos 148,165 corazones que laten fuerte, y eso, amigos, es un buen pedazo de pastel electoral!
Pero no nos dejemos engatusar tan fácil, que no somos cualquier joyita para engrosar la corona de nadie. Así que este 24 de septiembre, vayamos a las urnas con una sonrisa y la picardía de saber que somos más que un simple trampolín político.
Sí, amigos míos, parece que Villa de Pozos se ha convertido en el escenario de una comedia romántica electoral, donde los candidatos están desesperados por declarar su amor y ganarse nuestro corazón… digo, nuestro voto.