Un terrorista se inmola en un templo en la localidad de Potiskum, luego de una semana sangrienta en la que fallecieron más de 200 personas por ataques extremistas.
Un atacante suicida mató el día de ayer a seis personas en una iglesia en el noreste de Nigeria, al final de una semana en que supuestos insurgentes de Boko Haram acabaron con la vida de más de 200 personas.
La ola de hechos de violencia renovó la ira internacional y el presidente de Francia, François Hollande, dijo que está listo para realizar una cumbre con líderes regionales para coordinar la lucha contra Boko Haram.
La explosión del domingo en Potiskum, en el estado de Yobe, tuvo lugar después de un ataque el viernes en la capital del estado aledaño de Borno, incursiones mortales en tres poblados durante la semana y ataques suicidas con bomba junto a una carretera.
El presidente Muhammadu Buhari dijo que la matanza de hasta 150 residentes de Kukawa, cerca del lago Chad, el miércoles por militantes de Boko Haram era una “atrocidad inhumana”.
Varias personas que asistieron a funerales allí, incluyendo a un alto funcionario del Gobierno, dijeron que habían sido enterrados 147 cuerpos, incluyendo a 22 niños.
Buhari prometió que aplastaría a Boko Haram cuando asumió su mandato el 29 de mayo.
Pero los insurgentes han incrementado sus ataques, pese a perder grandes extensiones de territorio este año ante el avance de soldados de Nigeria, Camerún, Chad y Níger.
Fuente: Excélsior