El conflicto entre Israel y el grupo chií Hezbolá ha escalado de manera alarmante, dejando un saldo devastador de 182 muertos y 727 heridos debido a los bombardeos israelíes en el sur del Líbano, según informó el Ministerio de Salud Pública libanés.
Estos ataques, que han afectado diversas ciudades y pueblos en la región sur del país, marcan un punto crítico en la escalada de tensiones desde que comenzaron las hostilidades entre ambos bandos. Los bombardeos también han golpeado el Valle de la Bekaa, en el este del Líbano, intensificando aún más la crisis.
Ante la gravedad de la situación, la provincia meridional de Nabatieh está viendo un incremento en la actividad de ambulancias que trabajan para trasladar a los heridos a hospitales. El gobierno libanés, en respuesta, ha ordenado la apertura de escuelas e institutos como refugios temporales para los desplazados, y se planea habilitar más centros de acogida si la situación lo requiere.
La tensión entre Israel y Hezbolá alcanzó nuevos niveles de violencia la semana pasada, tras la explosión de miles de dispositivos de comunicación en manos de Hezbolá y la muerte de varios de sus altos mandos cerca de Beirut. Esto ha desencadenado una serie de bombardeos masivos por parte de Israel, que ya ha dejado a la región con un saldo trágico y una crisis humanitaria en desarrollo.
