Durante el segundo semestre de 2014, el consumo de marihuana superó al del alcohol en 20 estados de la República, entre ellos San Luis Potosí además de que desplazó al tabaco.
Los Centros de Integración Juvenil (CIJ), reportaron durante la presentación del libro “Consumo de Drogas: riesgos y consecuencias”, que de 2008 a 2014, el consumo de cannabis se incre-mentó, pues en el primer trimestre de 2008, de las drogas que la población mexicana alguna vez ha consumido en su vida, 70.3 por ciento habían usado cannabis, y para el segundo semestre de 2014 aumentó a 87.4 %
Mientras que el consumo de metanfetaminas aumentó seis por ciento el de marihuana alcanzó el 17 por ciento en el mismo periodo.
El reporte de las autoridades detalla que casi 90 por ciento consumía alcohol como primera droga, 85 por ciento tabaco y le seguían otras drogas, “pero de 2008 a 2014 tenemos un aumento de 17 puntos porcentuales a nivel nacional en marihuana, pero hay estados que llegan a tener 35 puntos de más en el consumo, y estamos hablando de que más de 90 por ciento de los pacientes (de los CIJ) están consumiendo alcohol y mariguana, y eso es muy preocupante”.
«El otro foco rojo o cuestión que nos lleva un gran reto es la disminución de edad de inicio en el consumo de drogas, tenemos menores de 12 años, hemos llegado a tener incluso pacientes hasta de seis años que se iniciaron con mariguana, muchos de ocho años que se han puesto su primera borrachera en algunas zonas del país», destaca el CIJ.
Además la encuesta «Prácticas sexuales y consumo de drogas en estudiantes de educación media y superior», en promedio los estudiantes ahora inician su vida sexual entre los 14.5 y 18.5 años. De ellos, 53 por ciento ha tenido sexo sin preservativo, 40 por ciento han tenido relaciones bajo el efecto de alguna droga, 25.6 por ciento estuvo con un desconocido y 20 por ciento dijo haber estado con más de una pareja sexual en un mismo periodo.
Lamentablemente la pobreza, el exceso de trabajo para los padres, están dando como resultado la pérdida de la familia y la desintegración social con graves consecuencia que a la larga resulta más caro buscar los remedios que actuar en las soluciones por la cultura de la corrupción.
Fuente: El Heraldo
