La tosferina se ha convertido nuevamente en un problema serio de salud pública en México, luego de que durante 2025 los casos confirmados se incrementaran de forma alarmante en comparación con el año anterior. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre este repunte y pidió reforzar de manera urgente las acciones de vacunación en toda la región.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Salud, hasta la semana 49 de 2025 se contabilizaron más de cinco mil casos de personas con síndrome coqueluchoide, un padecimiento que presenta síntomas muy similares a la tosferina, como ataques intensos de tos, dificultad para respirar y vómitos. Esta cifra representa un aumento considerable frente a los poco más de mil 600 casos registrados en el mismo periodo de 2024.
Dentro de ese total, los casos confirmados de tosferina alcanzaron mil 572 durante 2025, muy por encima de los 438 reportados el año previo. Este incremento de más del 250 por ciento refleja no solo la rápida propagación de la enfermedad, sino también posibles fallas en la detección, ya que especialistas estiman que por cada caso confirmado podrían existir muchos más que no son diagnosticados. Además, cifras preliminares apuntan a cerca de 80 defunciones relacionadas con este padecimiento en lo que va del año.
La enfermedad ha afectado principalmente a niñas y niños, aunque los registros indican que 672 casos corresponden a hombres y 900 a mujeres. En prácticamente todo el país se han detectado contagios, ya que solo Tabasco no ha reportado casos confirmados, situación que podría deberse a un subregistro más que a la ausencia real de la enfermedad.
Las entidades con mayor número de casos confirmados de tosferina incluyen a la Ciudad de México, Chihuahua, Nuevo León, Aguascalientes, Estado de México, Chiapas, Guanajuato y Coahuila, lo que demuestra que el problema está presente tanto en el norte como en el centro y sur del país. A esto se suma que en 17 estados ya se superaron los 100 casos de síndrome coqueluchoide, entre ellos San Luis Potosí, Jalisco, Veracruz y Guanajuato.
Ante este panorama, la OPS reiteró que la forma más eficaz de prevenir la tosferina es mediante la vacunación completa y oportuna desde los primeros meses de vida. El esquema incluye varias dosis de la vacuna DTaP durante la infancia y refuerzos en edad preescolar. Sin embargo, las autoridades reconocen que en México las coberturas de vacunación han disminuido en los últimos años, ubicándose por debajo del 60 por ciento, lo que incrementa el riesgo de brotes como el actual.
