El alza en los precios de los perecederos y la baja en su consumo están afectando seriamente la movilidad de inventarios, especialmente en los negocios mayoristas. Emilio Pizaña López, titular de la Comisión de Comercio del Patronato del Centro de Abastos, alertó sobre esta problemática.
Pizaña explicó que algunos productos pueden experimentar variaciones de precio de hasta el cien por ciento en tan solo un año. Esto obliga a las familias a reformular su canasta básica, comprando menos con la misma cantidad de dinero, ya que los ingresos de los trabajadores son fijos, sin importar si provienen de la industria o de otras fuentes estables.
Productos como el jitomate, chile, papas y huevo ya no se compran en los volúmenes de antes, lo que ha llevado a una reducción en su consumo habitual. Frutas como el melón y la sandía también han sido afectadas, ya que las personas priorizan la compra de productos básicos y dejan de lado algunas frutas en su dieta.
El aguacate es otro ejemplo claro de esta situación, donde los clientes ahora compran solo la mitad de lo que adquirían el año anterior.