México está entre los cinco países con mayor inversión extranjera en el sector aeroespacial y es el decimosegundo exportador mundial de componentes para esta industria, según la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia). Durante la inauguración de la Feria Aeroespacial México (FAMEX) 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que el valor de este sector ya supera los 11 mil millones de dólares y que podría duplicarse en los próximos cuatro años.
En ese mismo evento, la empresa Oaxaca Aerospace anunció que el primer avión diseñado y fabricado en México estará listo para su venta en 2026. El modelo se llama Pegasus PE-210A y es el resultado de 14 años de desarrollo e inversión cercana a los 30 millones de dólares.
Este avión es un biplaza con cabina en tándem, que alcanza una velocidad de 210 nudos, tiene una autonomía de hasta cinco horas y un alcance de 1,600 kilómetros. Fue creado para cumplir funciones como entrenamiento, vigilancia, rescate y aviación recreativa.
Oaxaca Aerospace planea comenzar con la fabricación de cinco a seis unidades al año, pero su meta es producir hasta 52 aviones anualmente. El proceso se llevará a cabo en su planta de producción en Oaxaca, con un equipo de solo 25 personas. Una de sus ventajas competitivas será el precio: tres millones de dólares, lo que representa solo el 30 % del valor de aviones similares fabricados en Estados Unidos.
La compañía detalló que el avión se desarrolló con el apoyo de instituciones nacionales e internacionales, como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Nacional para la Investigación en Aviación de Estados Unidos (NIAR).
Raúl Fernández, presidente de Oaxaca Aerospace, indicó que la producción podría comenzar en un año, y que el primer lote se entregaría 12 meses después, dependiendo de la cantidad de pedidos.
Además del PE-210A, la empresa trabaja en un segundo modelo llamado Pegasus P-400T, que contará con un motor más potente de hasta 600 caballos de fuerza, aviónica Garmin G1000, tren retráctil reforzado y capacidad de ser adaptado para misiones tácticas o incluso con armamento ligero.
Rodrigo Fernández, gerente general de la empresa, explicó que este nuevo prototipo podría funcionar para misiones similares a las del avión Texan, pero con costos mucho más bajos tanto de adquisición como de operación. También se contempla que pueda funcionar con nuevos combustibles como el hidrógeno.
La compañía busca posicionarse en mercados emergentes de América Latina, África y Asia, donde las fuerzas aéreas suelen usar aviones de segunda mano. Con sus modelos, Oaxaca Aerospace pretende ofrecer una opción moderna, adaptable y de fácil mantenimiento.
Según Manuel Pérez Cárdenas, asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la compañía mexicana tiene potencial para captar el 1 % del mercado global de aviones ligeros, lo que representaría una producción mínima de 50 unidades por año.
Finalmente, la empresa pretende registrar sus aeronaves bajo el sello “Hecho en México”, como parte del “Plan México” promovido por el Gobierno federal, que busca fortalecer la industria nacional y reducir la dependencia de productos importados en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos.