La emoción se desbordó entre los especialistas en vida silvestre de China después de avistar un raro oso panda pardo en las montañas de Qinling, provincia de Shaanxi, marcando su primera aparición desde 2018 y solo la undécima desde su descubrimiento en 1985.
Este oso panda de color pardo es una subespecie extremadamente rara y escasa, con una población estimada de tan solo 20 individuos. El avistamiento fue posible gracias a una cámara infrarroja ubicada en la Reserva Nacional de la Naturaleza de Changqing, que capturó imágenes del ejemplar el pasado 17 de enero.
Descubierto por primera vez en 1985 en la misma región, todos los registros de pandas pardos salvajes provienen de este hábitat específico. La coloración única de estos osos, que contrasta con la típica coloración blanco y negro de los pandas gigantes, ha sido objeto de investigación reciente.
En marzo pasado, un estudio liderado por la Academia China de Ciencias y publicado en la revista PNAS, reveló que una mutación genética en el gen Bace2 es responsable de la coloración distintiva de los pandas pardos. Esta conclusión se basó en el análisis del genoma de estos osos y experimentos con ratones utilizando la técnica CRISPR-Cas9.
El avistamiento reciente del oso panda pardo ha renovado el interés y la atención sobre esta especie poco común, proporcionando una valiosa oportunidad para continuar estudiando y preservando a estos fascinantes animales en su hábitat natural.
