CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la Ciudad de México, 44.8% de las personas que son reportadas como desaparecidas o no localizadas se ausenta de su hogar por voluntad, mientras que 36.6% lo hace por problemas personales, informó el jefe de gobierno, Martí Batres.
Agregó que de acuerdo con el total de registros oficiales de esta situación, 7.8% de estas personas se ausentan por enfermedad mental, 4.6% porque son víctimas de algún delito de alto impacto, 3.1% por accidentes, 2.4% porque fueron víctimas de homicidio y 0.7% por otros motivos “no delictivos”.
El funcionario capitalino destacó que 93.2% de las personas buscadas en la CDMX “no se ausentaron por ser víctimas de un delito”.
Batres Guadarrama detalló durante su participación en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, los pasos del Modelo CDM de Búsqueda Generalizada de personas, misma que, dijo, se aplica también a nivel federal.
La metodología consiste en cuatro pasos: integrar bases de datos de las personas reportadas para su búsqueda, confrontar con registros y bases de datos administrativos, realización de jornadas de búsqueda y formalizar las bases de datos.
Refirió que en el primer paso se elabora una base de datos que se cruza con otras bases de datos, por ejemplo, el Registro Civil, los padrones de programas sociales, vacunación, becas, subsidios y trámites como licencias de conducir y pago de impuestos, así como servicios bancarios.
Con la confrontación con registros administrativos, dijo, se han encontrado indicios de vida posteriores a la fecha de ausencia como direcciones, teléfonos y correos electrónicos.
En cuanto al paso tres, el exsenador destacó que de septiembre del 2022 a diciembre de 2023 se han realizado 78 mil 159 acciones de búsqueda, entre ellos: 29 mil 992 visitas domiciliarias, 44 mil 205 llamadas, 2 mil 301 mensajes de texto, mil 441 citas para localizar a menores, 166 llamadas a números foráneos y 54 visitas a direcciones fuera de la CDMX.
Para ello, se desplegaron 500 células de búsqueda individualizada con la participación de personal capacitado de diferentes dependencias. Y al localizar a las personas, se les realiza una “prueba de vida” que consiste en la toma de fotografía con un periódico del día, un escrito autógrafo y un informe de localización; mientras que con los menores también se hacen evaluaciones ministeriales, médicas y sicológicas.
Batres Guadarrama enfatizó en que los registros “nunca se borran de las bases de datos”, de hecho, ya existen memorias de localización 2022-2023. Al terminar el proceso, se informa a la persona denunciante la localización de su familiar
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