La gelatina es conocida por su capacidad para mejorar el descanso. Esto se debe a la glicina, un aminoácido que actúa como un relajante natural del sistema nervioso. Consumirla de manera regular puede favorecer un sueño más profundo, disminuir la fatiga durante el día y mejorar el rendimiento físico.
Además de su efecto calmante, este alimento también tiene un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico. La presencia de prolina contribuye a que el cuerpo responda mejor ante enfermedades respiratorias, convirtiéndola en un aliado para evitar contagios comunes.
Otro beneficio ampliamente reconocido es su aporte al cuidado de los huesos y las articulaciones. La gelatina ayuda a reducir inflamaciones, aliviar molestias provocadas por el desgaste del cartílago y mejorar la movilidad, lo que la convierte en una opción ideal para mantener articulaciones más sanas.
También se ha destacado su influencia en la digestión. Gracias a su contenido de agua y fibra, favorece el movimiento intestinal y apoya la absorción de nutrientes. Incluso puede ayudar a reparar el revestimiento del intestino y regular los jugos gástricos, lo que disminuye problemas como el estreñimiento.
En cuanto a la imagen personal, la gelatina es reconocida por retrasar los signos del envejecimiento. Al estar compuesta por colágeno, contribuye a mantener la piel firme, hidratada y protegida ante factores como los rayos solares, el frío o la contaminación. Esto ayuda a conservar un aspecto más saludable y joven.
Su aporte de queratina también beneficia el cabello y las uñas. Consumir gelatina fortalece ambas estructuras, evitando quiebres y favoreciendo el crecimiento, lo que mejora notablemente su apariencia.
Estos beneficios son posibles gracias a su composición. La gelatina, obtenida a partir de la piel y huesos de animales mediante un proceso de hidrólisis, está formada por más de 85% de proteína, menos de 13% de agua y menos del 2% de minerales. Contiene 18 aminoácidos, incluidos 8 esenciales, además de minerales como fósforo, calcio, magnesio y ácido fólico, según un estudio de la Academia de Ciencias de Morelos.