Bernardo Arévalo: Catalizador del Cambio Progresista en Guatemala

Por Kathya Rodríguez

En un emotivo capítulo de la historia política centroamericana, Guatemala, nuestro país vecino, celebró con pasión y determinación sus elecciones generales de 2023. Un rasgo distintivo de su panorama partidista reside en su vibrante oferta electoral, con la presencia de nada menos que 28 partidos políticos inscritos para la contienda. Tuve el privilegio de estar presente en la primera vuelta de estos comicios el pasado 25 de junio, representando al Observatorio Electoral Internacional en Guatemala, en nombre de la Alianza Global de Jóvenes Políticos de México.

En este ejercicio inicial, el padrón electoral abarcó a más de 9 millones de ciudadanos con derecho al voto. En un giro inesperado, los votos nulos representaron el 17% del total. En esta primera ronda, Sandra Torres, del Partido UNE, emergió como líder con el respaldo del 15% de los votantes. Sin embargo, el verdadero revuelo fue causado por Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, quien se alzó al segundo lugar con un sólido 11% de los sufragios. Con ninguno de los candidatos superando el umbral del 50%, está claro que una segunda vuelta sería inevitable.

Una dinámica crucial en este proceso fue la apatía ciudadana, que se materializó en un abstencionismo del 40%. Este comportamiento electoral es la manifestación palpable de la insatisfacción y el desencanto hacia el proceso. Dicha actitud tiene raíces en la cancelación de tres binomios presidenciales por parte del Tribunal Supremo Electoral. Figuras como Carlos Pineda de Prosperidad Ciudadana, Telma Cabrera, la destacada mujer indígena que anteriormente había ocupado el cuarto puesto, y Roberto Arzú, unieron sus voces en un llamado a votar nulo.

En la competencia por los 160 escaños del poder legislativo unicameral del Congreso de la República de Guatemala, la corriente oficialista de derecha se consolidó como primera fuerza, asegurando 39 asientos. El partido UNE aseguró 28 curules, mientras que el Movimiento Semilla emergió como la tercera fuerza con 23 legisladores, un escenario que presentará desafíos a Arévalo en su mandato.

Un hito para la izquierda latinoamericana se materializó en el segundo balotaje, celebrado el pasado domingo 20 de agosto, con una participación ciudadana del 45% según el Tribunal Supremo Electoral. En esta jornada trascendental, Bernardo Arévalo triunfó con una aplastante mayoría del 59% de los votos. Su victoria marca un punto de inflexión, ya que es el primer presidente progresista en años para Guatemala, dejando atrás a Sandra Torres, quien obtuvo el 37% de los votos en su tercera contienda presidencial.

Entre las propuestas más destacadas de Arévalo se encuentra la lucha contra la corrupción. Su visión abarca el ambicioso plan “Diez Semillas para Recuperar el Futuro”, una serie de reformas destinadas a mejorar la educación, la infraestructura en áreas como la salud y la cultura, y el fortalecimiento de las instituciones para garantizar la seguridad social de los guatemaltecos. Además, se compromete a combatir la desnutrición y apoyar el sector agrícola y programas para emprendedores.

En este vibrante panorama político, nos encontramos en un momento crucial para la región latinoamericana. Las sendas que elijamos para nuestros gobiernos determinarán el rumbo de los sectores económicos y la promoción de un desarrollo próspero, sostenido por políticas sociales que reconstituirán el tejido social. Como afirmó el ex presidente uruguayo José Múgica, “La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.”

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