“No te equivoques, mi corazón santo”, me dijo ayer la influyentísima integrante de #MiCisen –con ese tono de Laura Zapata en el papel de Dulcina Linares de la telenovela Rosa Salvaje– cuando le pregunté vía telefónica cómo le fue en “La boda del año”. Me advirtió que es muy pronto para bautizar así el enlace del hijo del ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari y la que fuera su primera esposa, Cecilia Occelli González; que si bien es cierto que el casorio de Emiliano Salinas, de 37 añirrys, y la actriz Ludwika Paleta, de 34, tuvo buena convocatoria aún nos queda por ver la boda de la cantante y actriz Anahí con el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello. “La competencia entre actrices por ver quién tiene la mejor boda puede ser más catastrófica que la guerra por el agua” #EsEllaMasQueYo.
Puede que tenga razón. Pero mientras vemos de qué liguero sale más resorte, la atrevida espía de #MiCisen me contó con santo y seña los detalles de la boda a la que asistió el pasado sábado 20 de abril en la hacienda Tekik de Regil, localizada en la hermana República de Mérida. De entrada, me dejó claro el pedigree del propietario: “la hacienda es de la empresa Catherwood Travels, propiedad del ex banquero, Roberto Hernández Ramírez. Es una de las varias propiedades que Robertito rescató en el sureste de México” #TenMundoMana.
A decir de mi agente secreta, la seguridad de la boda de Emiliano & Ludwika “fue esquizofrénica”. Y es que mi amiga me explicó que en la invitación que les hicieron llegar a los cerca de 800 convidados decía textual:
“Queridos amigos, dado que hemos decidido no hacer público el lugar donde se llevará a cabo la boda, contaremos con transportación de los hoteles al evento y de regreso al hotel. Antes de subir a los autobuses que los transportarán, les vamos a pedir una identificación; al momento de registrarse en su hotel recibirán más información sobre nuestra boda”.
La activista de #MiCisen sudó frío. Sólo tenía el pasaporte de hace diez años y durante toda esta última década ha entrado y salido del quirófano más veces que Joan Rivers de Fashion Police. Nada que un shot de perfume no pudiera solucionar. Literalmente mi contacto se sirvió un caballito de Coco Mademoiselle de Chanel para darse seguridad y agilidad de pensamiento a la hora de pasar por los retenes de la boda.
Varios metros antes de llegar a la hacienda #MiCisen pudo observar que la propiedad estaba completamente cercada por vallas las cuales impedían el paso hasta a los insectos de la zona que no tenían invitación. El evento estaba siendo resguardado por elementos del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal, del Ejército y de la empresa Lince Global Security Services. “Yo leí en el periódico Reforma que eran 350 efectivos en total, pero yo calculo que eran mucho más. Casi te podría asegurar que había más seguridad que invitados”, me dice mi informanta quien asegura que, para entonces, el perfume todavía no le pegaba.
La misma fuente señala que justo cuando se bajó de la camioneta que la trasladó al evento, alrededor de las 5 de la tarde, comenzó a llover. Afortunadamente había personal que recibía a la gente con sombrillas y también hubo toldos que además de proteger impedían que los paparazzis pudieran tomar fotos de las llegadas de los invitados. Por el dispositivo cualquiera hubiera jurado que era la boda de Brad Pitt y Angelina Jolie, “Brangelina”, como le llama la prensa a la pareja. Pero no. El enlace era entre Emiliano y Ludwika, “Emludwika”, como los bautizamos desde ahora #MiCisen y yo.
“La novia se veía diiii-viiii-naaaa –me narra mi amiga. Traía un vestido straplees con la falda asimétrica: corta de enfrente y larga de atrás. Muy original. El encaje se veía muy fino”. Según los testimonios de #MiCisen la Paleta no quiso revelarle el nombre del diseñador del vestido. Eso sí, del maquillaje y peinado se encargó Jonathan Lule #sísaesquién ¿no? El ramo fue un buquet de rosas blancas naturales.
Por su parte Emiliano utilizó para su boda un traje gris, camisa blanca y corbata gris perla. Impecable. “No estoy tan segura que fue buena elección no rasurarse para su boda, pero con todo y eso se veía guapísimo”, señala mi entrevistada, quien se deja ir: “El que ya ni la amuela fue #Salinuchis (Carlos Salinas de Gortari) yo creo que se tomó muy en serio cuando le dijeron que el Código de Vestimenta era “de largo” porque al pantalón de su traje le sobraban varios centímetros” #Posoye #SinoAquéVine.
La asistente “enChanelada” también me contó que al final de la ceremonia donde declararon marido y mujer a #Emludwika fueron lanzados fuegos artificiales en un espectáculo que tuvo como música de fondo el tema “Viva la Vida”, de Coldplay, que no fue la misma que los recién casados eligieron para su baile de bodas. Para ese momento-mágico sonó en la pista “All I Want Is You”, de U2. Enseguida Ludwika bailó otro tema de la misma banda (“Sweetest Thing”) con su hijo Nicolás –ahora de 13 años– el cual procreó en su primer matrimonio con el actor Plutarzo Haza. Hazamecha el pleito que se echaron cuando se divorciaron ¿se acuerdan?
La cruda del Coco Mademoiselle le llegó muy rápido a #MiCisen, así que antes de que mi espía saliera despavorida de la hacienda en busca de unos tacos de cochinita pibil con bastante cebolla morada y chile habanero, llegó la cena. La empresa de banquetes Les Croissants se lució con el menú:
Pescado a la talla
Chilito ancho relleno de frijol
Croquetas de plátano macho
Tarta de chocolate de molienda con helado de menta
Timbal de coco y mango
#MiCisen hizo una pausa en su afición por tomarse los perfumes y bebió lo que ofrecieron los novios: vino blanco y tinto del Valle de Guadalupe, Baja California, y también le entró al vodka polaco. Con este último elixir el chiste se cuenta solo.
La sorpresa de la noche para los novios fue la presencia del grupo Simply Human –que me informan canta principalmente A Capela en Nueva York– y quien amenizó con cuatro canciones al término de la cena. Según mi infiltrada la decoración de las mesas “estuvo espectacular”, con flores de la región hechas en arreglos de muy buen gusto. La iluminación y ambientación del lugar –a cargo de la afamada Wedding Planner Paola Perdomo, quien decoró la boda del abogado Juan Collado y la actriz Yadhira Carrillo– estuvieron todo el tiempo en sintonía con la arquitectura del casco de la hacienda, que en sus épocas de gloria fue henequenera y ahora es alquilada para eventos privados muy por acá.
Fabián Ibarra Alemany, Dominika Paleta Paciorek, Zbigniew Paleta Zieba, Cecilia Occelli González, Emiliano Salinas Occelli, Ludwika Paleta Paciorek, Ana Emilia Salinas Gerard, Alfredo Gatica, Cecilia Salinas Occelli, Patricio Salinas Gerard, Ana Paula Gerard, Carlos Salinas de Gortari, Natalia Esponda, Juan Cristóbal Salinas Occelli. Foto cortesía: Prensa Danna / Óscar Ponce.
Al finalizar los sagrados alimentos los asistentes se despegaron de sus sillas y se apersonaron en la pista al ritmo de un DJ al que previamente los novios ya le habían dado el playlist que armaron personalmente para su fiesta. Emiliano y Ludwika aprovecharon entre canción y canción para agradecer a algunos de sus invitados los regalos que les enviaron (ver la lista aquí) y, sobre todo, por haber sido testigos de esa historia de amor que se construyó a lo largo de exactamente tres años. (Ver cuando Emiliano le dio el anillo de compromiso a Ludwika en París).
Todo parece indicar que Ludwika hará una pausa en su carrera de actriz y se dedicará por completo a ser la señora de Salinas. Mi amiga dice que Emiliano se muere de ganas de ser papá así que cabe la posibilidad de que pronto le escriban a la cigüeña. Habrá que esperar a ver qué sucede. Mientras tanto mi espía me pide que publique en este espacio –con el fin de que lo lea alguno de los asistentes– que si alguien encontró su pasaporte tirado en la pista por favor se lo devuelvan. Lo traía junto con su monedero metido en el brasier y ambos se le cayeron a la hora de la bailada, pero que el dinero, como los hombres, no le importa. #HastaLaVistaBeibis.
LAS BODAS DE LOS SALINAS OCCELLI
