Un grave caso de acoso escolar ocurrido en el Instituto Hispano Inglés ha sido ignorado y encubierto por las autoridades educativas, denunció Daniela Ramos, madre de un alumno de tercer grado de primaria que desde septiembre de 2024 fue víctima constante de bullying. La situación, según relata, escaló hasta que en febrero de este año su hijo fue agredido con unas tijeras por parte de otro estudiante.
“Le decían gordo, panzón, cabeza de…, lo pateaban, le tiraban su comida, lo empujaban al piso”, declaró Ramos. “Todo lo reportamos desde septiembre, y nunca hicieron nada”.
La madre asegura que durante meses acudieron con maestras, coordinadoras y directivos del plantel sin recibir respuesta efectiva. “Minimizaban todo. Incluso cuando otros niños advertían a los maestros de lo que le hacían a mi hijo, los mandaban callar”, acusa.
La agresión que lo cambió todo
Fue en febrero cuando uno de los agresores le clavó unas tijeras en la cabeza a su hijo. Ante la gravedad del ataque, la madre decidió hacer pública la situación en redes sociales, donde su denuncia se viralizó y generó indignación.
A raíz de ello, el colegio sostuvo reuniones con la familia afectada y se comprometió a actuar. Sin embargo, recientemente la escuela entregó un informe formal a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en el que niega la existencia de bullying y asegura que solo hubo un reporte en febrero.
“Mintieron. Yo tengo pruebas de que desde septiembre hubo múltiples reportes. No quieren reconocer el bullying para no afectar su prestigio, justo ahora que están en inscripciones. Están pagando publicidad para tapar lo que pasó”, acusa la madre.
Autoridades sin respuesta
Daniela Ramos también ha presentado denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), sin que hasta ahora haya avances significativos.
“No sé si es porque la familia del agresor tiene dinero o contactos, pero esto ya debería haberse resuelto. Es una injusticia total”, afirmó.
El menor ya no asiste al Instituto Hispano Inglés y fue inscrito en otra institución. Sin embargo, su madre asegura que las secuelas emocionales son graves: “Mi hijo quedó con trauma psicológico, baja autoestima y depresión. Está dañado”.
Exigen destitución de directiva
La familia planea presentar una demanda civil contra el colegio. También solicitan la destitución de la directora general, María Gabriela García Zermeño, a quien acusan de omisión y falta de sensibilidad.
“Ella recibió nuestras cartas, nuestros correos, nuestras súplicas. Nunca hizo nada. Se ha mostrado indolente, y sigue ahí como si nada”, lamenta Ramos.
Finalmente, la madre hace un llamado a no minimizar el bullying y tomar conciencia de sus efectos devastadores:
“Los niños que bulean también traen algo en casa, pero los que lo sufren pueden llegar al suicidio. Esto va mucho más allá de un apodo. Es un problema que no se puede seguir ignorando”.
