Aquella noche le había tocado trabajar como mesera en el Rodeo de Santa Fe. La reportera de EL UNIVERSAL, Rebeca Jiménez Jacinto, dice que Leticia siguió, al salir, la ruta obligada de cientos de personas que trabajan como meseros, cocineros, y empleados de salas cinematográficas o de comercio: la larga y solitaria vía López Portillo —que conduce a varios municipios conurbados del Edomex.
Leticia no volvió con su familia. La mañana del sábado 6 de julio la hallaron junto a una banqueta en la zona oriente de Tultitlán. Tenía el 80 por ciento de la cabeza y el rostro desfigurados. Mostraba una serie de contusiones que habían sido provocadas antes del momento de la muerte.
Permaneció en el Semefo en calidad de desconocida. La fiscalía general del estado obtuvo más tarde el estrujante video de una cámara de seguridad. Revelaba cómo, hacia las cuatro de la mañana de aquel día, el conductor de una grúa arrojaba a la calle el cuerpo de una joven. La joven aún presentaba señales de vida. Pero segundos más tarde, el chofer volvió al volante y le pasó encima la pesada unidad.
Leticia, de solo 28 años, había encargado a sus dos pequeños hijos en casa de unos familiares. La aguardaron, con angustia creciente, todo el sábado y todo el domingo. Ese fin de semana, el video que mostraba lo ocurrido se viralizó.
El padre de Leticia no lo vio hasta el lunes. Cuando acudió al Semefo de Cuautitlán, y encontró a su hija en un sitio sin refrigeración, “con insectos que le caminaban en la boca”, conoció el infierno más indescriptible. La reconoció por algunas cicatrices de la infancia, por la cabellera y por las huellas de la césarea que dejó el nacimiento de uno de sus hijos, de 6 y 8 años de edad.
La joven había permanecido prácticamente tres días en calidad de desconocida. Vecinos de San Pablo de las Salinas, que vieron el cuerpo junto a una banqueta en la zona conocida como El Tinaco, dijeron que la víctima llevaba ropa formal, “como si hubiera ido a trabajar”.
“Pero a nosotros nos la entregaron sin ropa”, le dijo a la reportera Jiménez el padre de Leticia. “Estaba deshecho, agobiado, con la voz quebrada”, relata la periodista.
El padre dice que el vehículo que aparece en el video tenía un logo: Grúas Chavarría. Esta empresa entregó a la fiscalía sus bitácoras de trabajo del viernes 5 y el sábado 6 de julio. Ahí figuran los nombres de los choferes que manejaban sus grúas.
El único conductor que no volvió a presentarse desde el fin de semana en que ocurrieron los hechos se llama Javier Salvador Morales Bañuelos. Tiene 40 años de edad. La fiscalía lo ha descrito de este modo: “complexión delgada, 1.70 metros de estatura, cabello corto, lacio, entrecano, cejas semipobladas, ojos regulares, boca mediana, labios delgados”.
Como seña particular, al momento de los hechos Morales Bañuelos usaba barba de candado.
Agentes de la fiscalía realizaron inspecciones en al menos dos domicilios relacionados con el presunto responsable del feminicidio. Las personas entrevistadas en dichos sitios declararon que no han visto al operador de la grúa “en varios días”.
El vehículo que aparece en el video, una grúa de color rojo, fue abandonada en la colonia Prados.
“Es todo lo que tenemos”, informó una fuente de la fiscalía, “y al mismo tiempo es mucho”. Probablemente, al ver que se viralizaban las imágenes, “el probable partícipe de estos hechos decidió darse a la fuga”, explican.
La investigación establece que Leticia se pudo haber reunido con alguien al salir del Rodeo de Santa Fe. Agentes de la fiscalía rastrean las cámaras en busca de indicios, y analizan la telefonía de la víctima.
Mientras tanto, las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 300 mil pesos a quien suministre datos que lleven a la “efectiva localización” de Javier Salvador Morales Bañuelos. La información será recibida en el correo electrónico [email protected] y al número telefónico 01 800 702 8770.
El horror que millones de mujeres viven en el estado de México debe terminar.
El Universal
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