El gobierno de Estados Unidos confirmó la detención de Ismael “El Mayo” Zambada García, uno de los últimos capos del narcotráfico mexicano de la vieja escuela que permanecía libre, y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Las capturas ocurrieron en un aeropuerto privado de El Paso, Texas.
Aunque no se han confirmado oficialmente las circunstancias exactas de la detención, varias versiones han circulado en medios nacionales e internacionales. Las teorías van desde la entrega voluntaria al gobierno estadounidense hasta un operativo del FBI o incluso la delación sobre su paradero.
La detención tuvo lugar la tarde de ayer y fue confirmada horas después por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en un boletín que mencionaba la captura de “dos presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y peligrosas del mundo”.
Según el diario The Wall Street Journal, los capos fueron arrestados en el aeródromo privado del condado de Dona Ana. Fueron engañados al creer que estaban realizando un vuelo de supervisión de pistas clandestinas en México, cuando en realidad estaban siendo trasladados a territorio estadounidense. Se especula que el engaño fue llevado a cabo por un importante miembro del Cártel de Sinaloa.
Otras versiones sugieren que los narcotraficantes se entregaron a las autoridades estadounidenses buscando acuerdos que pudieran reducir sus condenas.
Esta histórica detención representa un duro golpe al Cártel de Sinaloa y pone de manifiesto las estrategias innovadoras utilizadas por las autoridades para combatir el narcotráfico.
