La decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de revelar los “datos fiscales” del periodista Carlos Loret de Mola es “una bajeza que solo puede ser explicada como venganza”, abre la puerta “a más violencia e intolerancia” contra la prensa y busca silenciar a los reporteros y medios de comunicación.
Así lo advirtió este viernes el periodista argentino Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y director del diario La Voz del Interior, de Argentina.
Jornet se refirió a la medida que adoptó López Obrador en su conferencia “mañanera” de este viernes de exhibir públicamente los supuestos ingresos monetarios de Loret de Mola y anunciar que, al respecto, solicitará más información a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de su gobierno.
AMLO dijo que los ingresos de Loret de Mola superan en más de 15 veces los suyos. Loret de Mola rechazó los detalles de la revelación y alegó que son datos inflados.
“La exposición pública de datos fiscales de un periodista por parte del Presidente López Obrador es de una gravedad inusitada. El Mandatario no puede desconocer que los datos que el fisco recaba de los contribuyentes deben ser protegidos de toda filtración y que solo deben ser utilizados para los fines de verificar esa información y definir con ellos la capacidad contributiva”, explicó Jornet.
“Emplear esos datos para denigrar al periodista es por ello una bajeza que solo puede ser explicada como venganza por la difusión del informe que Carlos Loret de Mola realizó sobre la casa en la que vivió el hijo mayor del Presidente”, advirtió.
“Pero López Obrador, nuevamente decimos, no puede desconocer que como funcionario público está sometido al escrutinio ciudadano y que hay razones para investigar si hubo fondos públicos o derivados de la función pública que hayan sido utilizados indebidamente por él o por su familia”, recalcó.
Tras recordar que la SIP señaló “hace apenas una semana” que el Presidente “debe entender que la actual crisis de seguridad para el trabajo periodísticos en México exige redoblar la cautela y evitar todo discurso estigmatizante contra periodistas y medios”, mencionó que López Obrador reitera esa práctica “con pasmosa frecuencia”.
Con su actitud, el Presidente de México “atenta contra la declaración de principios sobre libertad de expresión que aprobó allá por el año 2000 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, planteó.
“México lleva ya cinco periodistas asesinados en lo que va del año, un mes y pocos días más, y el Presidente no se priva de seguir con sus ataques verbales contra reporteros sin ver que cuando descalifica la labor de la prensa, cuando agrede a quienes informan e investigan, está abriendo la puerta a más violencia y a más intolerancia”, describió.
López Obrador “envía, además y esto seguramente lo sabe, pero lo hace a propósito, envía un mensaje amenazante al resto del periodismo con la intención clara de lograr docilidad y silencio”, denunció. La SIP es una organización hemisférica con unas mil 300 publicaciones americanas afiliadas y con sede en Miami, Florida.
El hecho atizó la polémica entre el Presidente y el periodista.
El también columnista dio a conocer a finales de enero al anterior que, pese a la política de austeridad del gobernante, su hijo, José Ramón López Beltrán, vive con su esposa, Carolyn Adams Solano, en una mansión de lujo en Houston, Texas.
El caso, sometido a una controversia y bajo investigación periodística, tendría roces de tráfico de influencias por los presuntos vínculos de la empresa dueña del inmueble en negocios con la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Tras esas denuncias periodísticas, López Obrador intensificó sus ataques en contra de Loret de Mola y de otra serie de comunicadores no oficialistas y de medios independientes de comunicación mexicanos que defienden el libre ejercicio del periodismo y que acostumbran publicar informaciones que molestan al presidente de México.
López Obrador alegó que hace uso de su derecho a la libertad de réplica y de defensa frente al acoso de periodistas y medios a los que define como enemigos de su plan de gobierno.
La crisis se registra en el contexto de que, con cinco asesinatos de periodistas en enero y febrero de 2022, México se consolidó como uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo.
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