El Capitolio de Sacramento emitió una solicitud formal a los senadores federales de California, Alex Padilla y Adam Schiff, para que rechacen la propuesta de un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por migrantes, argumentando que afectaría gravemente la economía local y a las familias mexicanas que dependen de estos envíos.
La advertencia fue presentada tras una serie de reuniones celebradas el pasado 21 de mayo, en las que participó el senador mexicano Juan Carlos Loera de la Rosa, quien llevó un informe técnico sobre las posibles consecuencias de esta medida ante el Comité Selecto sobre Asuntos Binacionales CA-México, presidido por el diputado David Álvarez.
El documento enviado al Senado federal señala que, lejos de reducir las remesas, el impuesto afectaría directamente al consumo diario en Estados Unidos, ya que las familias migrantes recortarían sus gastos locales para no reducir los montos enviados a sus países de origen. Esto impactaría el poder adquisitivo en California, uno de los estados con mayor población mexicana.
Además de Padilla y Schiff, varios legisladores locales, como Blanca Pacheco y Mark González, firmaron el exhorto enviado a Washington. En la carta, también se advierte sobre la complejidad legal y burocrática que implicaría implementar este impuesto, considerando los distintos estatus migratorios como visas, residencias temporales o permanentes, y estatus de refugiado.
Las autoridades californianas también subrayaron que las personas migrantes ya pagan impuestos federales y estatales sobre sus salarios, por lo que imponer un nuevo gravamen sobre el dinero que envían a sus familias sería doble tributación y un castigo injustificado.
El legislador mexicano Loera de la Rosa reconoció la sensibilidad del Capitolio de Sacramento ante el tema y agradeció la apertura al diálogo. Aseguró que seguirá trabajando para evitar que esta propuesta avance, en defensa del bienestar de las comunidades mexicanas en el extranjero.
La misiva enviada por el Capitolio expresa su preocupación por las consecuencias económicas y por la “falta de autoridad legal” para imponer una tasa adicional a las remesas, que forman parte del sustento de millones de familias en México.
Según el Instituto Baker de la Universidad Rice, los trabajadores migrantes mexicanos en EE.UU. envían más de 60 mil millones de dólares anuales en remesas, siendo California y Texas los principales estados de origen de estos recursos. Estos trabajadores se desempeñan principalmente en construcción, manufactura, hospitalidad, salud, transporte y agricultura.
Por otro lado, la carta también advierte que, de aprobarse este impuesto, podría promover el uso de canales informales para enviar dinero, lo cual abriría oportunidades a organizaciones delictivas para capitalizarse de este flujo económico.