Tras la muerte de 13 internos y 62 heridos en el penal de La Pila ocurridos el sábado pasado, el regidor Jalil Chalita Zarur urgió modificar el marco jurídico del sistema penitenciario porque resultan más que evidentes las muestras de que se está cerca del colapso.
Consideró que ante esta situación urge tomar medidas en tres sentidos: Reinserción social; Combate a la corrupción dentro de los penales, y legislación que dote de un marco jurídico al sistema carcelario.
El representante del Partido Acción Nacional en el cabildo de Soledad expuso que “lo acontecido en el reclusorio de La Pila da cuenta de que no podemos seguir parchando el sistema carcelario, y que deben tomarse acciones de fondo que comiencen a ejecutarse a la brevedad”.
Al hacer un recorrido por las colonias Pavón I y II, Jalil Chalita Zarur expresó que el sistema penitenciario del estado y en todo el país requiere una “cirugía reconstructiva” que tenga como base el respeto a los derechos humanos, la educación, el trabajo, la capacitación y el combate frontal y decidido contra la corrupción.
En entrevista expuso que es necesario prever en dicho modelo que las penas privativas se establezcan de forma especial para los delitos graves, y que se priorice la reparación integral del daño a la víctima. En el territorio nacional hay más de 400 cárceles que carecen de condiciones óptimas y la gran mayoría opera con irregularidades.
Jalil Chalita Zarur expuso que 60 por ciento de las prisiones tienen autogobierno que ejercen grupos de la delincuencia organizada, principalmente en los estados de San Luis Potosí, Campeche, Chiapas, Durango, Guerrero, Jalisco y Michoacán.
“La sobrepoblación es un problema persistente en las cárceles mexicanas. Aunado al grave problema de hacinamiento de los reclusos, debe añadirse que en esos lugares “no existen registros de supervisión, se carece de acciones de prevención y atención de incidentes violentos”.
Además, refirió que “no existen procedimientos de canalización de quejas de internos en caso de violaciones a los derechos humanos, y hay deficiente atención en las áreas médicas”.
Hay problemas de higiene en espacios como los dormitorios, comedores, cocinas, servicio médico, los alimentos son de baja calidad, y además es insuficiente el personal de seguridad y custodia.
Por otro lado mencionó las actividades ilícitas y la deficiente clasificación de los sentenciados, los procesados, los reincidentes y la desatención a grupos en situación de exclusión.
Por lo anterior el regidor Chalita Zarur insistió en que urge establecer un adecuado replanteamiento de las estrategias para el manejo y administración de los centros penitenciarios de manera integral y articulada, con perspectiva de derechos humanos.
“Hay que diseñar un modelo de reinserción social basado en la educación, el trabajo y la capacitación, en el que las penas privativas se establezcan de forma especial para los delitos graves, todo esto acompañado de un combate frontal y decidido a la corrupción”.
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