A más de un año del hallazgo del cadáver de un hombre a quien le quitaron la vida con un balazo y con golpes en la cabeza, quien además fue sepultado clandestinamente, la Policía Ministerial, área rural, identificó a los presuntos homicidas y detuvo a uno de los participantes en el crimen.
Los hechos ocurrieron el 3 de febrero del 2014, luego de que fuera localizada una fosa clandestina en un lugar conocido como Arroyo de “Los Cochinos” situado a la entrada principal al Municipio de Santa María del Río, muy cerca del panteón.
Ahí fueron localizados los restos putrefactos de quien más tarde, durante las averiguaciones de peritos de la Procuraduría, fue identificado como Raúl alias “El Ritma” de 34 años de edad, quien tuvo su domicilio en esa cabecera Municipal.
En las declaraciones del detenido de nombre Martín, ante el representante social de la mesa de delitos de alto impacto, dijo que el cadáver presentaba aplastamiento del cráneo y un balazo que le fueron causadas por César Emilio, quien es habitante de esa misma localidad, por viejas rencillas que tienen entre las familias, así como por el robo de un auto estéreo del que se culpaba al hoy extinto.
La versión del detenido, quien fue localizado durante investigaciones de asaltos y robos que se siguen en esa localidad, revelan que días antes del hallazgo del cadáver de “El Ritma”, éste había sido visto en compañía de César Emilio y “El Chino” en un paraje cercano al panteón.
Luego acudieron a la casa de Martín, donde estuvieron bebiendo y consumiendo mariguana y una vez que él fue a conseguir más cigarrillos, regresó y vio que discutían con Raúl a quien comenzaron a cuestionarlo sobre los problemas entre las familias.
Al no obtener ninguna respuesta, comenzaron a golpearlo hasta tumbarlo al piso donde en dos ocasiones le dejaron caer una piedra enorme sobre la cabeza, y al ver que aún se movía, César sacó una pistola y le disparó para en seguida de cavar un hoyo junto a un arroyo, lo sepultaron y huyeron.
Martín aseguró a los agentes que él no participó en la muerte, pero si los ayudó a enterrarlo, ya que temía que le hicieran daño a él y a su familia si se oponía o los denunciaba, por lo que será el Ministerio Público quien decida su situación legal.
Fuente: Pulso