Los cardenales comenzaron este martes a instalarse en la residencia de Santa Marta y otros espacios dentro del Vaticano, donde permanecerán aislados del mundo exterior hasta concluir el cónclave que definirá al próximo líder de la Iglesia Católica.
El proceso de elección del sucesor del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril, arrancará formalmente este miércoles. A partir de las 15:00 horas (13:00 GMT), quedará suspendida toda comunicación electrónica en el Vaticano, como medida para evitar cualquier influencia externa durante las votaciones.
Jean-Paul Vesco, cardenal y arzobispo de Argel, declaró al diario Corriere della Sera que existen varios perfiles fuertes como posibles sucesores. “Hay al menos cinco o seis nombres que podrían ser elegidos”, comentó, aunque recalcó que no hay un favorito claro.
Durante el cónclave, los 133 cardenales con derecho a voto —todos menores de 80 años— deberán abstenerse del uso de celulares, internet o contacto con medios, bajo juramento de confidencialidad. Cualquier violación a este acuerdo podría acarrear la excomunión.
Como es tradición, miles de fieles seguirán desde la Plaza de San Pedro las señales que emanen de la chimenea de la Capilla Sixtina. La esperada fumata blanca anunciará al mundo que se ha elegido al nuevo Papa número 267.
Dado que este será el cónclave más diverso en la historia, con cardenales provenientes de 70 países, se prevé que las deliberaciones podrían extenderse más allá de los dos días que duraron las elecciones de Benedicto XVI en 2005 y Francisco en 2013.
La residencia de Santa Marta, donde también vivió Francisco durante su pontificado, será el lugar principal de alojamiento de los cardenales, aunque se habilitó un edificio adicional debido al número de participantes. Las habitaciones fueron asignadas por sorteo.
Además del aislamiento de los cardenales, el personal de apoyo —médicos, encargados del comedor, personal de limpieza— también ha jurado guardar completo secreto sobre lo que ocurra durante este proceso.
En reuniones previas, los cardenales discutieron temas clave como la unidad de la Iglesia, las finanzas del Vaticano, los escándalos de abusos sexuales y la guerra en Ucrania y Medio Oriente. Estas conversaciones servirán como base para la decisión que tomarán a puerta cerrada bajo el Juicio Final de Miguel Ángel.
Aunque no hay un candidato que destaque como favorito, Vesco reconoce que algunas intervenciones han sorprendido: “No hay alguien que sobresalga de manera indiscutible, pero algunos hacen pensar: podría ser él”.