Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores del extinto Cártel de Guadalajara, aún podría enfrentar la pena de muerte por su presunta participación en el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985. Así lo confirmaron fiscales federales durante una audiencia realizada este miércoles en la Corte de Brooklyn, Nueva York.
Durante la comparecencia, la fiscal Saritha Komatireddy declaró que la fiscalía mantiene abierta la posibilidad de solicitar la pena capital contra Caro Quintero. La decisión final se debatirá en la próxima audiencia, programada para el 18 de septiembre.
Los fiscales señalaron que cuentan con pruebas sensibles, incluidas grabaciones de audio del interrogatorio y la tortura a Camarena, así como evidencia del tráfico de marihuana, cocaína y fentanilo presuntamente dirigido por Caro Quintero.
El juez Frederick Block designó como defensores públicos a Mark DeMarco y Elizabeth Macedonio, ante la gravedad de los cargos y la posibilidad de que el gobierno estadounidense busque la máxima pena contra el narcotraficante mexicano.
Caro Quintero fue extraditado a Estados Unidos en febrero de este año, junto a otros 29 presuntos líderes del narcotráfico. Previo a su captura, era uno de los criminales más buscados por Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su arresto.