Este domingo cerraron las tiendas especializadas Carranco. Sus locales quedaron vacíos, solo unos cuantos productos permanecían en ellas en espera de clientes y poco a poco, los negocios fueron bajando la cortina.
Hace una semana, algunos clientes aprovecharon a realizar compras con la expectativa de encontrar los productos a un precio más bajo.
Los propietarios optaron por distribuir sus productos únicamente en los supermercados y tiendas que requieran alguna de sus variedades al mayoreo o menudeo.
La primera tienda abrió en 1977 y transitó entre áreas de venta exclusiva de quesos hasta, por una temporada, vender helados. Posteriormente incorporaron otros de tipo artesanal.
El negocio de Carranco inició en 1870 con la importación de vacas Jersey, que producían la leche que se requería para la elaboración de los quesos en la hacienda del mismo nombre ubicada en Villa de Reyes.
En 1885 aparecieron en el mercado los primeros quesos y mantequillas artesanales, producción que duró un aproximado de 15 años hasta que los afectó la Revolución Mexicana, que les obligó a disminuir la producción, que se fue especializando hasta que en 1948 aparecieron nuevas variedades de quesos.
La empresa creció a partir de que elaboró el queso ranchero moldeado a mano, que se considera un producto icónico de San Luis Potosí.
En 1961, la producción de Carranco se cambió al rancho San Carlos, en la capital potosina y promovieron los quesos casa por casa. La primer tienda Carranco abrió en 1977 y en 1992 llegaron los primeros productos a la Ciudad de México, en vísperas de la firma del Tratado Trilateral de Libre Comercio de América del Norte. Se ofrecieron entonces los quesos tipo cottage, panela, fresco y manchego.
En 2004 aparecería el queso ranchero de reserva y en 2017, los propietarios celebraron un acuerdo con Grupo Alpura, para expandir la distribución.
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