Cuando la ciudad se olvida de planear, también se olvida de vivir.
Arquitectos del Nuevo Milenio
Por Arq. Geraldina Cernuda Benavente
Perito Dictaminador en Estudios de Impacto Vial
Corresponsable en Estudios de Impacto Vial
La Avenida Venustiano Carranza, orgullo de San Luis Potosí, fue durante décadas el corazón que latía al ritmo de la ciudad.
Sus árboles daban sombra, sus cafés eran punto de encuentro, su trazo marcaba la identidad de una capital que respiraba historia.
Hoy, sin embargo, recorrerla es enfrentarse a una herida abierta: una avenida que perdió vida, orden y propósito.
La intención de integrar una ciclovía pudo haber sido una buena idea. El problema no fue la bicicleta, fue la falta de planeación.
Carranza no fue diseñada para esa función. Se redujeron carriles, se eliminaron estacionamientos, se ahogó al comercio local y se complicó la movilidad.
El proyecto se presentó como símbolo de modernidad, pero terminó siendo ejemplo de improvisación.
Ni los automovilistas, ni los ciclistas, ni los peatones ganaron. Todos quedaron atrapados en el desorden.
Y como si eso no bastara, llegaron las luces de más.
Luminarias nuevas, potentes, desmedidas. Una sobre iluminación absurda que no responde a un criterio técnico ni estético, sino a una necesidad de justificar presupuestos. Porque hasta para poner una lámpara se necesita planeación.
Y, tristemente, en San Luis Potosí, parece que hay quienes sólo planean cómo cobrar caro y llenar sus bolsillos.
La arquitectura y la movilidad no pueden tratarse como ocurrencias políticas.
Cada avenida, cada banqueta, cada foco debe responder a una lógica de ciudad, a un estudio de impacto, a una sensibilidad humana.
No se puede modernizar una ciudad apagando su esencia.
Carranza no necesitaba maquillaje: necesitaba corazón.
Hoy luce desierta. Los locales se cierran, los transeúntes evitan caminarla, la inseguridad se adueña de sus esquinas.
Y mientras los bolardos se rompen y la ciclovía se borra, lo que realmente se desdibuja es el espíritu de una ciudad que fue hermosa cuando aún se pensaba antes de actuar.
San Luis Potosí merece más que parches viales.
Merece una planeación urbana seria, profesional, ética.
Merece que sus avenidas vuelvan a ser espacios de encuentro y no de frustración.
Porque cuando la planeación se olvida, la ciudad deja de respirar…
y Carranza, nuestra Carranza, ya está pidiendo aire.
Geraldina Cernuda Benavente: Una trayectoria enfocada en la excelencia en la arquitectura legal y forense.
Geraldina Cernuda Benavente es una arquitecta comprometida con la excelencia y la ética profesional, cuyo trabajo se ha destacado en múltiples áreas relacionadas con la construcción y la educación. Con una Maestría en Administración Educativa, ha combinado su pasión por la enseñanza con su expertis en el campo de la arquitectura, demostrando una carrera ejemplar tanto en el sector privado como en el público.
Es la primera y única mujer Perito Dictaminador en Arquitectura Forense a nivel nacional, título otorgado por el Gobierno del Estado de San Luis Potosí. Además, es perito en Arquitectura por el Poder Judicial, Director Responsable de Obra en el Estado de San Luis Potosí y varios municipios, y corresponsable en Impacto Vial. También está certificada para realizar estudios acústicos y determinar los impactos significativos de los proyectos de construcción y esta orgullosa de ser miembro activo del Colegio de Arquitectos Nuevo Milenio.