El activo que la gente te ha entregado es una gran responsabilidad, no es un regalo ni un cheque en blanco. Como tú sabes, la confianza se gana con mil actos y se pierde solo con uno solo, así que las miradas, la esperanza, están puestas en ti.
Tú lo dijiste: primero los pobres. Actualmente hay 60 millones de pobres en México, 28 millones de los cuales, son pobres alimenticios, gente que no tiene qué comer. Muchos de ellos votaron por ti. Y esperan que cumplas tus promesas, tu palabra. Ojalá que tus primeras decisiones como Presidente sean a favor de este segmento marginado por décadas. Ojalá que entre tus primeros anuncios llegue el tan ansiado aumento salarial. Los trabajadores mexicanos no pueden seguir con un rezago salarial del 90 por ciento. México no debe seguir siendo el país con peores salarios de la región. Nadie completa con 80 pesos diarios y hay 14 millones de personas que sobreviven con eso. Seguramente sabes que de los 51.7 millones de adultos que trabajan, solo el 1.7 por ciento percibe más de 20 mil pesos al mes y el 17.2 por ciento apenas recibe entre mil 500 y 3 mil pesos. Nuestra política salarial, Andrés Manuel, es una vergüenza y tu Gobierno debe distinguirse por mejorar la vida de los mexicanos, en especial de los que menos tienen.
Hay grandes expectativas hacia ti, demasiadas, diría yo. Y hay que ser realistas, no podrás cambiar todo lo que está mal en tan solo seis años. Imposible. Soy consciente de eso, pero tus principales promesas tendrás que cumplirás en tus primeros años de Gobierno. Hay gente que te sigue odiando, gente a la que nada que hagas, va a satisfacer. Obvio. Sus afiliaciones y gustos políticos son diametralmente opuestos a lo que tu ofreces. Son esas personas las que ya salieron a vaticinar que no cumplirás tus promesas, a exigir anticipadamente, sin haber llegado aún al poder, que cumplas tus compromisos. No quieren tu éxito. Están esperando tus errores para decir: “ven, se los dije”, para justificar su animadversión, su desprecio, su clasismo.
Llegarás el 1 de julio a sentarte en la Silla del Águila, pero has anunciado cambios en la figura presidencial muy interesantes que todos esperan cumplas: primero, bajarte el sueldo a la mitad. Peña Nieto ganaba 3 millones de pesos anuales, tú has dicho que lo reducirás al 50 por ciento y también disminuirás los exorbitantes sueldos de la alta burocracia. Ojalá inicies con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ganan 4 mil salarios mínimos al mes. Es una ofensa para los mexicanos e inaceptable con la austeridad republicana que tendrá tu Gobierno; no es un sueldo el que reciben actualmente los señores ministros, es un cohecho y no deben perpetuarse semejantes privilegios.
Dijiste que venderías el avión presidencial. Ojalá sea pronto. No podemos seguir teniendo esa aberración de Boing Dreamliner 787 que costó 3 mil millones de pesos, dinero de todos los mexicanos. El avión es un símbolo del despilfarro y la corrupción y tú dijiste que desterrarías ambas cosas de tu Gobierno.
Entre tus promesas, una de las más importantes es, precisamente la que tiene que ver con la corrupción. Dijiste que la desterrarías de tu Gobierno, así que tendrás que demostrarlo. Primero, cortando de raíz los vicios que prevalecen en instituciones y funcionarios, en políticos. Debo decirte, que algunos de esos corruptos te acompañaron durante la campaña electoral y ellos tendrán que demostrar que se conducirán con honestidad o bien, los tendrás que despedir y someter al imperio de la ley. Te recuerdo lo que dijiste: “Sobre aviso, no hay engaño. Sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los familiares”. Y lo dijiste varias veces: “nadie por encima de la ley ni nadie al margen de la ley”.
También prometiste que combatirías la inseguridad. Como tú bien sabes, la estrategia utilizada por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto nos ha dejado una estela de dolor y sufrimiento, más de 200 mil muertos, 30 mil desaparecidos y un millón y medio de desplazados. La militarización del país ha dejado graves crímenes cometidos por el Ejército y la Marina: torturas, ejecución extrajudicial y desapariciones forzadas. Ojalá puedas eliminar pronto el fuero militar. Los miembros de las fuerzas armadas son sujetos por encima de la ley, con licencia para matar, impunes. Han sembrado el terror en varios estados de la república. Consulta las quejas en la CNDH, números que convenientemente los últimos ombudsman han ocultado. Pero no pueden seguir metiendo debajo de la alfombra a miles de víctimas que esperan justicia y reparación. Qué bueno que no tendrás escolta del Estado Mayor Presidencial, un suprapoder dentro del Ejército. Pero tendrás que planear una estrategia de seguridad no solo policial, sino social. Por eso, me resulta muy grave que quién será tu próximo Secretario de seguridad, Alfonso Durazo Montaño, anuncie que ha invitado como asesor a Manuel Mondragón y Kalab a tu equipo de trabajo. Un represor no debe estar en tu Gobierno. El mensaje que Durazo y tú mandan es pésimo, inaceptable. Tienes tiempo de corregirlo y de rodearte de asesores decentes.
Tus promesas de dar marcha atrás a la Reforma Energética y la Reforma Educativa de Peña Nieto, son muy esperadas. Los mexicanos seguimos comprando la gasolina más cara en México que en Estados Unidos, país que vende la misma gasolina más barata. Esta aberración no puede continuar. Dijiste que se acabarían los gasolinazos. Ojalá reduzcas la riqueza inmensa que se están llevando algunos empresarios mexicanos beneficiados a dedo por este nefasto Gobierno. No pueden, no deben, seguir acumulando riqueza a costa del bienestar de los mexicanos. Muchos esperan la construcción de las nuevas refinerías y la extracción del gas que prometiste. Para empezar, deberías modernizar a Pemex y eliminar el liderazgo vitalicio del corrupto senador Carlos Romero Deschamps y someterlo a
proceso judicial. Y sobre la Reforma Educativa, son miles de maestros los que esperan el cumplimiento de tu promesa. Ellos no merecen ser tratados como ciudadanos de segunda. La base de cualquier democracia sana está sustentada en la educación y México está en los últimos lugares del mundo, ojalá puedas revertir semejante anomalía.
Supongo Andrés Manuel que tu Gobierno no iniciará con una cacería de brujas, pero nos urge investigar a decenas de funcionarios y políticos corruptos que han robado a manos llenas. Hay que despojarlos del dinero malhabido para que regrese a los mexicanos. Nos hace mucha falta, han empobrecido a este país a niveles insospechados.
Por último, Andrés Manuel, quiero decirte que las ilusiones están a flor de piel. Muchos aún no creemos la dimensión de tu triunfo, otros siguen enojados, el resto está esperando que metas la pata para crucificarte lo antes posible. Por tanto, te pido que no decepciones. Tú prometiste un comportamiento ejemplar: “no robar, no mentir, no traicionar”. Estoy segura que si lo cumples, pasarás a la historia como uno de los mejores presidentes de México. Qué así sea. Por el bien de todos.
Por Sanjuana Martínez