El albergue en San Luis Potosí tiene capacidad para 220 personas, pero un aumento en retornos podría generar hacinamiento crítico
La Casa Hogar del Migrante de San Luis Potosí enfrenta una situación crítica ante la posibilidad de una deportación masiva de migrantes desde Estados Unidos. Según el padre Marco Antonio Luna, director del albergue, el recinto tiene capacidad limitada para atender a 220 personas, pero en ocasiones ha llegado a albergar hasta 400, lo que genera condiciones de hacinamiento y dificulta su operación.
“Con más de 200 personas ya estamos sobrepasados; llegar a 400 implica recurrir a pasillos, canchas y salones para alojarlos, lo que complica nuestra labor de atención”, explicó Luna, destacando los retos logísticos que enfrentaría el albergue si las políticas migratorias del gobierno estadounidense se endurecen.
Actualmente, el número de migrantes retornados es manejable, pero esta situación podría cambiar drásticamente. Además, el flujo de personas que siguen buscando cruzar hacia el norte aumenta la presión sobre los recursos del albergue, que ya son limitados.
Desafíos ante posibles medidas migratorias
El sacerdote señaló que, aunque el panorama sobre las decisiones migratorias de Estados Unidos sigue siendo incierto, cualquier medida que implique deportaciones masivas afectará tanto a quienes son retornados como a quienes intentan alcanzar el “sueño americano”.
“Esto no solo impacta a los migrantes en retorno, sino también a quienes viajan hacia el norte. Estamos hablando de una presión adicional que desborda nuestras capacidades en espacios, alimentación, atención médica y cobijo”, agregó.
La Casa Hogar del Migrante juega un papel crucial en la atención de personas en tránsito y retorno. Sin embargo, para enfrentar una crisis migratoria de mayor escala, sería necesario contar con mayor apoyo y coordinación estratégica entre organizaciones y autoridades.
Esta situación subraya la urgencia de crear soluciones sostenibles para atender los desafíos derivados de las políticas migratorias y evitar una crisis humanitaria en la región.