En la administración del doctor Fernando Toranzo Fernández, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Cultura, logró incrementar en un 18 por ciento el financiamiento de proyectos de culturas populares e indígenas, cuya inversión del sexenio anterior ascendió a 15.17 millones de pesos, y en la actual la cifra asciende a 17.96 millones de pesos.
Lo anterior, con el propósito primordial de contribuir al desarrollo integral de las culturas de los pueblos y comunidades indígenas mediante, el apoyo a proyectos de iniciativa social e institucional, encaminados al estímulo a la creación cultural indígena.
De esta manera, a través del Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los Pueblos y Comunidades Indígenas (PRODICI), se beneficiaron más de 50 proyectos comunitarios, y entre las iniciativas sociales se incluyen los rituales de Xantolo en varios municipios de la Huasteca, y de Lluvia, en Santa María Acapulco, así como grupos de danza y artesanía de siete municipios.
Dentro de las manifestaciones culturales beneficiadas por este programa destaca el Encuentro de Rituales: Procesión de Espíritus, celebrado en el marco de la festividad del Día de Muertos, en la zona arqueológica de Tamtoc, del municipio de Tamuín.
Asimismo, destaca la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que durante los últimos 6 años ha recibido apoyo de este programa, con el fin de realizar múltiples actividades para el rescate y valoración de las costumbres originarias.
Además, a partir de 2012 se inició el inventario del patrimonio cultural inmaterial comunitario en los municipios de Tanlajás, San Antonio, Aquismón y Tancanhuitz, y se realizó un audiovisual del ritual de los voladores de Tamaletón, además de un video experimental en un taller de producción cinematográfica con indígenas tének.
El inventario del patrimonio cultural continuó en Huehuetlán y Coxcatlán en 2013 y en Tamazunchale y San Martín Chalchicuatla en 2014, al tiempo que en ese mismo año, se multiplicó el reconocimiento de los pueblos originarios con la difusión de las costumbres Wixárika en las zonas de Catorce, Cedral, Charcas y Villa de Ramos, gracias al proyecto denominado Caminos del Desierto.
Fuente: La Jornada