El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dijo ante que los mensajes de WhatsApp que la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia utilizó como base para su investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, no es posible saber su origen y no se sabe su autenticidad.
Carlos Beristain, integrante del GIEI, dijo en conferencia de prensa que no es posible verificar el dispositivo en el que está configurada la cuenta de WhatsApp, además de que se muestran diferencias en la escritura, en la aplicación de los mensajes y “no pueden considerarse como una prueba digital y no garantizan originalidad”.
Explicaron que hay inconsistencias en las versiones de WhatsApp que aparecen en las capturas de pantalla.
Además de que las palomitas azules, que implementó la aplicación para la verificación de envió y recepción no coinciden, pues esta modalidad se implementó en noviembre del 2014, y los mensajes habrían sido enviados en septiembre de ese año.
“El ‘doble check azul’ en algunos mensajes capturados mediante screenshot aparentemente en octubre de 2014, opción que permite la verificación de lectura del mensaje por parte del receptor, no es coherente ya que esta funcionalidad fue incorporada en la App el 20 de noviembre de 2014”, dijo Carlos Beristain.
“Como conclusión del presente análisis forense, se establece que los mensajes analizados no pueden considerarse como una prueba digital, teniendo en cuenta que no fueron extraídos directamente de los dispositivos que supuestamente fueron utilizados para el uso de la aplicación WhatsApp y que lo que se tiene como evidencia son ficheros tipo capturas de pantalla que no garantizan la originalidad de estos”, dijo.
Francisco Cox sobre el informe presentado por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
El Universal