Según ha adelantado Carlos Quílez en ‘Y ahora Sonsoles’, las partes están trabajando en un acuerdo de conformidad, lo que podría haber provocado retrasos en la vista.
Justo en el día en el que la Audiencia de Barcelona ha enviado a Dani Alves al banquillo de los acusados por un presunto delito de agresión sexual, desde el programa de televisión ‘Y ahora Sonsoles’ apuntan a la posibilidad de que todas las partes del caso lleguen a un acuerdo por el que se eludiría la existencia de una vista ante el juez.
Esta teoría, en la que también insistió en los últimos días la periodista Mayka Navarro, “es algo más que una sensación”, tal y como ha explicado el especialista en información judicial del formato de Antena 3, Carlos Quílez. “En los despachos se está trabajando a tope en este caso. La sombra de un eventual acuerdo de conformidad que anule la posibilidad de la celebración de un juicio está ahí”, ha señalado.
Dando un paso más adelante, Quílez ha llegado incluso a poner encima de la mesa los números que podrían estar negociando la defensa de la denunciante, el equipo legal de Dani Alves y el Ministerio Fiscal. “Este programa puede adelantar algo más que un rumor, y es que se habrían puesto a efectos del debate cuatro años de pena y una jugosa indemnización a la víctima”, ha afirmado. Alcanzar un acuerdo conllevaría, por tanto, la asunción por parte del futbolista de la actividad delictiva.
La fecha del juicio
En caso de que finalmente no se produzca ningún pacto entre las partes, la previsión es que el juicio en el que se dirima la responsabilidad penal del exjugador del Sevilla y del Barcelona, entre otros equipos, se celebre en el primer trimestre de 2024. Todo estaba prácticamente preparado para que fuese antes de Navidad, pero la posibilidad de llegar a un hipotético acuerdo podría haber retrasado la fecha.
La Fiscalía y la acusación particular tienen, desde el 14 de noviembre, cinco días para aportar escritos que acompañen a su petición de una pena que podría oscilar entre los ocho y los diez años de prisión. Por su parte, Alves, pese a que ha cambiado de representación legal, está previsto que insista en su inocencia y en el supuesto consentimiento de las relaciones sexuales.
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