El filósofo, uno de los padres del existencialismo, será homenajeado con exposiciones, congresos y seminarios dedicados a su figura y pensamiento
Dinamarca celebra a partir de mañana el bicentenario del nacimiento del filósofo Søren Kierkegaard, considerado uno de los padres del existencialismo y una de las figuras más reconocidas de este país nórdico.
Conferencias, seminarios, exposiciones y ensayos recordarán al filósofo, cuya obra completa ha sido reeditada por el centro de investigación adscrito a la Universidad de Copenhague que lleva su nombre y que este año ha publicado los dos últimos tomos de un total de 55, culminando una labor de más de una década.
Aunque desde inicios de año ha habido iniciativas vinculadas a la figura del filósofo (Copenhague, 1813-1855), el programa oficial comenzará mañana, coincidiendo con el aniversario de su nacimiento, y finalizará el 11 de noviembre, fecha de su muerte.
Un oficio religioso en la catedral de Copenhague, presidido por el obispo Peter Skov-Jakobsen y al que acudirá la reina Margarita II, marcará el inicio de las actividades en recuerdo del pensador y teólogo que, aunque de formación cristiana, fue muy crítico con la Iglesia Luterana danesa como institución.
El Museo de Copenhague inaugurará una muestra que pretende reflexionar sobre la esencia del amor a partir de objetos y pensamientos relacionados con el autor de obras como “Diario de un seductor” y “Temor y temblor”.
Al día siguiente, el Centro de Investigación Søren Kierkegaard abrirá un congreso internacional en el que personalidades como la escritora estadounidense Siri Hustvedt y el filósofo italiano Gianni Vattimo discutirán sobre la actualidad de su obra.
Por otra parte, “El Kierkegaard original” es el nombre de una exposición abierta hace una semana en la Biblioteca Real de Copenhague que intenta abordar el proceso creativo del filósofo danés.
Tomando el título de una de sus obras más conocidas, “O lo uno o lo otro”, la prestigiosa sala Nikolaj Kunsthallha ha montado una muestra de artistas escandinavos y de otros países que tiene su punto de partida en dos conceptos esenciales en la obra del filósofo: ética y estética.
Asimismo, también habrá congresos y seminarios en países de como Alemania, Francia, China, EU o Brasil para recordar a un pensador cuyas ideas sobre la responsabilidad del individuo, la existencia, la angustia y la desesperación hacen que se le considere predecesor de filósofos como Heidegger o Sartre.
Gran admirador de Kierkegaard fue el escritor y pensador español Miguel de Unamuno, que lo tradujo directamente del danés, idioma que se dice aprendió sólo para leer al filósofo.
Las autoridades danesas han destinado para celebrar la efeméride algo más de 2 millones de coronas (unos 354 mil 700 dólares), cantidad que contrasta con los 40 millones de dólares que se gastaron en 2005, contando con el apoyo privado, para festejar el bicentenario de su compatriota Hans Christian Andersen.
La complejidad de la obra de Kierkegaard frente a la accesibilidad de un escritor de cuentos infantiles como Andersen es uno de los argumentos a los que más se ha recurrido para explicar la diferencia en el trato, además de la crisis económica.
Pero eso no ha evitado que algunos representantes del mundo de la cultura danesa hayan calificado la inversión en Kierkegaard de escandalosa por ser tan baja. La aportación privada será muy modesta y proyectos como inscribir citas del filósofo en las aceras de varios puntos de Copenhague o una aplicación para teléfonos móviles con toda su obra han tenido que ser aparcados por la falta de financiación.
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