El Centro de Equinoterapia de la Universidad Politécnica de Pachuca, ubicado en el municipio de Zempoala, conformado por médicos, psicólogos y dos terapeutas, cumplió ocho años de funcionamiento.
En promedio atienden 70 pacientes cada mes, las sesiones van de 15 a 30 minutos de acuerdo con la discapacidad y evolución del paciente, refirió Carolina Mendoza Martínez, equino-terapeuta y encargada del lugar.
Resaltó que la nobleza de los caballos contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas: “La equinoterapia es un método terapéutico complementario poco común, y resulta idóneo para ayudar a la estimulación neurológica”.
Armando González sufrió un accidente automovilístico que le ocasionó traumatismo cráneo-encefálico, lo que lo inhabilitó de sus funciones físicas. Su padre, Jacobo González, ha hecho lo imposible para la recuperación de su hijo.
De terapia en terapia y de consultorio en consultorio han padecido: “no veía resultados. Sin embargo, la equinoterapia le ha funcionado perfectamente y ahora mi hijo se puede sostener por sí mismo al tener control sobre su cuerpo, e incluso ha comenzado a hablar nuevamente”, dijo.
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