Vecinos del Centro Histórico, cercanos al Jardín de Aranzazú, se quejaron por diversos actos de los que han sido víctimas, como descubrir sus vehículos vomitados por la mañana, vasos de orín o cerveza en las banquetas de la periferia, condones y papel higiénico manchado de sangre en su puerta y hasta jeringas que son dejadas en las ventanas.
A través de esto medio, vecinos de las calles de Ocampo, Independencia, Bolívar, Iturbide y Guerrero solicitan al Ayuntamiento una mejora sustancial en la zona por las noches, en especial a antros ubicados en el perímetro que ya han sido clausurados varias veces por violar horarios.
Y es que los actos, presumen los quejosos, pueden ser responsabilidad de los asistentes a eventos que se han realizado en esa plaza, como el festival que se realizó los pasados jueves y viernes o por visitantes recurrentes de alguno de los antros y cantinas de la zona.
Fuente: Pulso