“Catorce animalitos rescatados encuentran un hogar y un material reciclado encuentra un nuevo propósito para el mundo, por lo que hay que cuidar de ambos”. Con esta frase, Haydee Araceli Rangel García, fundadora del Centro de Reciclaje Mi Amigo Fiel, resume la misión que desempeña diariamente en la capital potosina y su zona conurbada: rescatar animales y reciclar para ayudar al planeta.
La organización mantiene un programa de apoyo a perros y gatos abandonados, enfermos o en situación de maltrato, brindándoles atención médica, cuidados y la posibilidad de ser adoptados responsablemente.
Uno de los casos más representativos es el de Mamba, un gato negro rescatado de un puente hace aproximadamente un año. Cuando fue encontrado presentaba la cadera rota y un pronóstico desfavorable por parte de los veterinarios. Sin embargo, gracias a los cuidados, tratamientos y cariño proporcionados por Haydee y su equipo, hoy Mamba está completamente recuperado, esterilizado y en espera de encontrar un hogar definitivo.
La labor de Mi Amigo Fiel combina dos esfuerzos: el reciclaje y el rescate animal. Ambos permiten sostener el proyecto, aunque la atención integral de los animales implica un gasto superior a 20 mil pesos mensuales, recurso destinado a alimentación, medicamentos, esterilizaciones y servicios veterinarios.
Pese a los desafíos económicos, la organización continúa trabajando para ofrecer segundas oportunidades tanto a los animales como al material reciclado, promoviendo una cultura de responsabilidad, empatía y respeto hacia el entorno.